- El cacique huasteco
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Ningún priista ha perdonado la traición a Ricardo García Guzmán.
Dos veces Contralor, presidente municipal de su pueblo, Pánuco, diputado local, sus dos hijos encumbrados en el poder político, cuando el gobernador Yunes ascendió al poder quemó sus naves en el priismo, cambió de ropa interior y se fue al PAN.
Desde luego, y como reza el proverbio, “estando bien con Dios allá los ángeles que se encabriten”.
Miguel Ángel Yunes Linares, por ejemplo, cuando andaba en campaña electoral lo llamó “tapadera” de Javier Duarte (calambre nuclear), pues fue su Contralor, además de que en aquel tiempo siempre alardeaba su cercanía con el Príncipe Sexenal, y se ufanaba que una vez a la semana desayunaba, comía o cenaba.
Con los suyos solía contar circunstancias festivas como por ejemplo, cuando acompañaba a Javier Duarte, gobernador electo, a comidas o cenas en la casa de una de las dueñas del periódico “La Opinión”, de Poza Rica.
Y en donde, solía contar, Duarte abrazaba a la señora Gibb y le decía que si con Fidel Herrera le había ido bien “conmigo te irá mejor”.
Pero apenas el Yunes azul ocupó la silla embrujada de palacio, García Guzmán ya estaba en la cancha azul.
Quizá desde antes, jugando doble, triple juego.
PASAMANOS: Las elites priistas están molestas, y más ahora cuando la yunicidad ha expedido la orden de aprehensión contra Karime Macías y hasta solicitado la ayuda de la Procuraduría General de la República y el FBI, en tanto García Guzmán es un intocable.
Y más, porque fue Contralor con Miguel Alemán Velasco y Duarte, y al mejor estilo de los políticos de altura, mínimo se habría llevado a su caja fuerte una copia de todas y cada una de las declaraciones patrimoniales de los funcionarios de ambos sexenios.
Y de paso, de Fidel Herrera Beltrán.
Además, el priismo le dio todo “y sin medida” y resultó incongruente y oportunista su renuncia al PRI.
Y más, cuando uno de los hijos inauguró con los amigos en el Alemanismo la era Porky de Veracruz y que tuviera varios seguidores en el puerto jarocho y Boca del Río, unos pocos de los cuales están presos.
CORREDORES: Ahora, en la cancha mediática están poniendo el presunto desvío de doce millones de pesos de un programa para prevenir cáncer de mama que García Guzmán habría encubierto en el sexenio anterior y a partir de lo que la Auditoría Superior de la Federación lo instruyera para proceder contra los responsables.
Y nunca, jamás, lo hizo (La Jornada-Veracruz, Jair García, lunes 4 de junio, 2018).
Por el contrario, y como sucediera en otros casos, García Guzmán siempre acusó a su eterno y perpetuo enemigo, Mauricio Audirac Murillo, de los presuntos ilícitos, y con quien se cursaran cartitas iracundas, donde uno exigía al otro lavar su nombre y prestigio.
Ellos llevaron en el duartazgo vidas paralelas.
García Guzmán, Contralor y jefe máximo en la secretaría de Finanzas y Planeación de Antonio Gómez Pelegrín.
Mauricio Audirac, titular del Órgano de Fiscalización Superior en el Fidelismo y Contralor y titular de SEFIPLAN en el duartazgo.
Los dos disputando la confianza y el cariño de ambos gobernadores, aun cuando García Guzmán estuvo más cerca de Duarte que de Fidel.
RODAPIÉ: La relación amical entre Yunes Linares y García Guzmán es antigua. Data, incluso, del tiempo estudiantil. Y se volvió familiar. Tan cercana que, por ejemplo, en el año 2016, el otro amigo de Yunes, Joaquín Guzmán Avilés, “El chapito”, cacique de Tantoyuca, sintió celos con García Guzmán, fermentado desde antes porque ambos disputaban el máximo cacicazgo del norte de Veracruz.
Y, bueno, salvadas la diferencias, se trata, digamos, de la misma relación de Yunes con Felipe Amadeo Flores Espinoza, con antecedentes desde Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980, y que con parte de su “Vía Veracruzana” migró del PRI al PAN para allanar el camino al primogénito, el Príncipe Heredero.
Pánuco, por ejemplo, feudo del cacique huasteco Ricardo García, ha sido puesto al servicio de la yunicidad, con todo y la mano tirada en el corredor de una casa de la priista Octavia Ortega, y de la bomba molotov estallada frente a la casa de la diputada federal, Sofía Sagrario de León Maza y del asesinato de la Fiscal frente a sus oficinas una mañana a las 9 horas llegando a la chamba.
García Guzmán y uno de sus hijos ya fueron alcaldes. Los dos hijos están jugando para diputado federal y la reelección local, soñando el segundo hijo con la presidencia municipal en el año 2022.
Tal es la fuerza centrífuga y centrípeta entre García Guzmán y el Yunes azul, y todo indica será difícil que procedieran en su contra en las mismas circunstancias que los treinta y tres duartistas presos en el penal de Pacho Viejo.
CASCAJO: En la Fiscalía hay quinientas denuncias de la Contraloría y el Órgano de Fiscalización Superior, ORFIS, en contra de un número incalculable (nadie conoce los nombres) de duartistas, y “mientras son peras o manzanas”, muchos están amparados, otros llevando la vida con bajo perfil, otros esperando mejores tiempos, otros más pasándose al carril azul y otros más tendidos por completo al piso.
Pero así como anda la yunicidad en el objetivo estelar de su vida con el nepotismo y la monarquía, si en un momento dado para levantar expectativas de aquí al primero de julio se necesita de “un pez gordo”, sabrá el profeta lo que pudiera suceder con el cacique huasteco.