•Pleitos de quinto patio
Luis Velázquez Escenarios
Veracruz.- UNO. Cuitlamanía ha de prender las farolas
Mal síntoma para la Cuitlamanía cuando la iniciativa privada de Veracruz lanza una campaña para, digamos, proteger hasta donde sea posible a las mujeres de la ola feminicida (tarea de la secretaría de Seguridad Pública) y la impunidad (tarea de la Fiscalía), recrudecida en las últimas nueve semanas.
El grito solidario de los empresarios de todos los niveles y cúpulas es la leyenda universal de “Ni una más”.
En Veracruz, el último feminicidio fue en Zongolica, con todo y luego enseguida fue clasificado como violencia intrafamiliar.
Una profesora, Edith Quiahua Alamilla, de 37 años, y su esposo, Andi Gutiérrez Merino, pelearon, discutieron, se gritaron, y luego, apareció muerta.
En Zozocolco, una joven fue secuestrada y desaparecida y asesinada al parecer a golpes o con una pistola y luego su cadáver tirado en la colonia Gustavo Díaz Ordaz, cerca de la carretera.
“Ni una más”, gobernador, “ni una más”.
DOS. 300 asesinatos rondan en Veracruz
El pleito entre el gobernador y el secretario General de Gobierno con la Fiscalía para lavar la imagen del secretario de Seguridad Pública, declarado ángel de la pureza, inocente de tanta sangre borboteando de norte a sur y de este a oeste, empieza, y por fortuna y por desgracia, a tener graves estragos.
Desde luego, el primer sexenio de la izquierda en Veracruz ronda ya los trescientos asesinatos.
Pero al mismo tiempo, el disparo del feminicidio como nunca antes.
Y, bueno, cuando los empresarios se están ofreciendo a través de sus empleados para acompañar a las mujeres que se sientan inseguras a sus casas, es la hora de que la Cuitlamanía prenda las farolas, porque aun cuando es mediodía con sol la población dice que es de noche.
TRES. Trogloditas de la política
Las rencillas entre el uno y el dos del palacio de gobierno y el Fiscal sólo tienen como objetivo que el jefe del Poder Ejecutivo desea imponer a su Fiscal carnal y como Miguel Ángel Yunes Linares nombró a su Fiscal carnal con el visto bueno de la LXIV Legislatura, entonces, a las partes les vale ocuparse con hechos de garantizar la seguridad en la vida.
Incluso, el vocero del arzobispado, Juan Manuel Suazo Reyes, ha expresado, quizá por órdenes superiores, que las diferencias entre el góber y el fiscal “son puro circo mediático”.
Y en contraparte, la Comisión Estatal de Búsqueda, Martha Elena Gutiérrez Domínguez, pide un alto al fuego cruzado entre ambos para que el gobierno de Veracruz demuestre con hechos, con hechos, con hechos, que está apoyando a los Colectivos.
Y eso que antes, el Solecito sitió los palacios de la Fiscalía en Xalapa y Coatzacoalcos.
La mitad de la población y la otra mitad están conscientes del “circo mediático” en que han caído el góber y el Fiscal, menos ellos, atrapados y sin salida en una ridícula y absurda pelea por el poder político, trogloditas de la política en el siglo XXI.