Redacción | El Piñero
Hablando de oro, Tatiana Cloutier, exsecretaria de Economía no obedeció la orden del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de suspender las concesiones de oro a empresas extranjeras instaladas en Baja California Sur, lo que le valió su salida de la administración federal.
Hoy, bajo la batuta de Raquel Buenrostro, la Secretaría de Economía debe trabajar para que las mineras dedicadas a la extracción de oro en Baja California, no lo hagan más, y por todos los medios legales ha de evitar que haya otras empresas que quieran seguir sacando del país este valioso metal.
En la entrega recepción de Tatiana Cloutier a Raquel Buenrostro, la nueva funcionaria observó que en la Secretaría había siete funcionarios ligados a la administración de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que estaban ocultando información respecto a la sustracción de oro, de parte de mineras extranjeras.
Raquel Buenrostro los corrió como vulgares rateros, y entre ellos están:
Antonio Letayf, director general de Industrias.
Elodina Guerra, directora general de Industrias Pesadas.
Benjamín Reyes, director general de Normatividad Mercantil.
Mario Saucedo Romero, director general de Recursos Humanos.
Alejandro César Rosas Guerrero, titular de la Unidad de Prospectiva, Planeación y Evaluación.
Marcos Ávalos, jefe de la unidad de prácticas comerciales.
Eduardo Montemayor, director general de Normas.
Y Luz María de la Mora, quien en su relevó entró un hijo de Alejandro Encinas.
Andrés Manuel López Obrador pidió a la nueva secretaria de Economía, Raquel Buenrostro formalizar la cancelación del proyecto minero Los Cordones, en Baja California Sur, a fin de poner alto al saqueo de oro en esa entidad.
En su gira por Baja California, el presidente de México se comprometió a no entregar más concesiones en esta administración, ya que dijo, “es hora de terminar con este saqueo desmedido”.
El jefe del ejecutivo abundó antes los medios de comunicación, y dijo:
En el periodo neoliberal de Carlos Salinas a Enrique Peña Nieto, se entregaron 120 millones de hectáreas de territorio nacional para explotación minera; esto es, entregaron el 60 por ciento del territorio nacional, mientras que Lázaro Cárdenas entregó 18 millones de hectáreas para beneficiar a un millón de familias campesinas.
Felipe Calderón entregó 26 millones de hectáreas a empresas mineras, nacionales y extranjeras, y eso ya no puede seguir, apuntó el presidente Andrés Manuel López Obrador.