Redacción | El Piñero
Ciudad de México. – Estudiantes de Escuela Normal Rural ‘Raúl Isidro Burgos’ y padres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos en Ayotzinapa en 2014, quienes estuvieron acampando en el zócalo capitalino desde hace diez días, la mañana del miércoles irrumpieron con violencia en Palacio Nacional, durante el desarrollo de la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque no alcanzaron a llegar al salón donde el mandatario se encontraba, los jóvenes encapuchados externaron que su propósito es que los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sean atendidos de forma directa por el presidente, así como exigir que el gobierno haga todo lo posible para extraditar a Tomás Zerón, y en México sea juzgado por la desaparición de sus compañeros, desde septiembre de 2014.
Molestos ante el silencio gubernamental, los manifestantes realizaron desde las primeras horas de la mañana varias acciones violentas, como romper los ventanales de Palacio Nacional, con palos y piedras, así como lanzar petardos y empujar una camioneta de CFE, para derribar la puerta 1 del recinto donde vive y despacha el presidente Obrador.
El abogado de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Bidulfo Rosales, calificó al gobierno de la 4T de indulgente, ya que en sus días de campaña tomó el caso Ayotzinapa como bandera política, y se comprometió enjuiciar a Peña Nieto pues en su gobierno ocurrió la desaparición de los normalistas. Nada de eso cumplió, dijo.
En la ciudad de México durante 10 días, desde el lunes 26 de febrero, los jóvenes realizaron diversas manifestaciones en diferentes puntos de la ciudad y diversas oficinas de gobierno, tratando de presionar así al gobierno de López Obrador para ser recibidos, pero pese a ello ninguna respuesta recibieron.
Ante este silencio, los manifestantes decidieron sacar por la mañana a los trabajadores de CFE que se encontraban en una camioneta sobre la calle Moneda. Llevaron la unidad al zócalo, y desde ahí entre gritos y consigas de ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Empujaron la camioneta contra la puerta hasta lograr que esta se abriera.
Elementos de la policía militar poco pudieron hacer para evitar que entraran a Palacio Nacional, pero no alcanzaron a llegar al salón donde se desarrollaba la mañanera. Los reporteros e invitados presentes, fueron conducidos para salir por una puerta posterior.
En respuesta a esta violenta e inesperada irrupción, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que él no atenderá a los manifestantes porque no va a caer en provocaciones, y que será el subsecretario de Gobernación será quien los atenderá.
Precisó:
“Los va atender el subsecretario de Gobernación, yo estoy analizando y conduciendo todo porque lo que me importa es encontrar a los jóvenes y ya la actitud no de los padres, sino de los asesores y las organizaciones que supuestamente defienden Derechos Humanos, es una actitud en el mejor de los casos política, muy de confrontación en contra nuestra, o sea, de provocación y nosotros no queremos para nada la confrontación”.
“No queremos confrontación, decirles a los padres: estamos dedicados, estamos avanzando mucho en investigación, pero lo que sucede es que ellos están siendo manipulados por el grupo que encabeza Álvarez Icaza, la CIDH de la OEA, grupos conservadores de derecho apoyados por gobiernos extranjeros, que lo que quieren es hacernos daño, políticamente hablando”, puntualizó el presidente López Obrador tras lo sucedido.
Los normalistas y los padres de los 43 estudiantes desaparecidos también exigen, que el gobierno actúe para que Tomás Zerón de Lucio, sea traído de Israel, donde se refugia desde hace varios años, y en México sea juzgado por tortura y desaparición forzada.
Como se sabe, en 2013 durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, Tomás Zerón dejó la administración local en el Estado de México, para ingresar a la dirección de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), bajo el mando de la Procuraduría General de la República, que en ese momento estaba encabezado por Jesús Murillo Karam.
Tomás Zerón fue director de la AIC hasta septiembre de 2016, fecha en que dimitió durante las investigaciones en el caso de la desaparición forzada de Iguala de 2014.
Zerón de Lucio fue uno de los hombres de mayor confianza de Genaro García Luna, hoy preso y juzgado en Estados Unidos por diversos delitos.