Luis Velázquez | El Piñero
31 de agosto de 2021
EMBARCADERO: Ahora cuando tanto amamos la COVID, a tal grado que cada quien se ha vuelto un experto epidemiólogo, nada más reconfortante que leer algunas novelas y cuentos sobre las pandemias… Por ejemplo, y entre otros, La peste de Albert Camus… El Diario de la Peste, de Daniel Defoe, el famoso autor de Robinson Crusoe… La Biblia, con sus relatos sobre los jinetes del Apocalipsis, entre los cuales están las pestes… Y varios textos de Gabriel García Márquez… Entre otros, los siguientes…
ROMPEOLAS: 1) Cien años de soledad y que “parece una crónica de calamidades medievales” según escribiera Mario Vargas Llosa en su libro “García Márquez, historia de un deicidio”… 2) Las plagas y azotes en La hojarasca… 3) El cataclismo moral en El coronel no tiene quien le escriba… 4) “Los pájaros cayendo en el cerco de alambre de la viuda Rebeca” en Los funerales de la Mamá Grande… 5) ”Una lluvia de cuatro días que está a punto de hacer desaparecer la ciudad en Isabel viendo llover en Macondo…
ARRECIFES: 6) De la opulencia a la decadencia en Macondo cuando llegara y se fuera la compañía bananera descrita en “La hojarasca”… 7) “La lluvia de pájaros muertos” en “Un día después del sábado”… 8) Los pasquines anónimos en “La mala hora” y en donde poco a poco, el pueblo se va quedando solo ante las calumnias y difamaciones que todas las mañanas amanecen en volantes pegados a los árboles y las paredes… 9) “La peste del insomnio y la del olvido y el diluvio de cuatro años y que viento infernal que se lleva a Macondo por los aires” en “Cien años de soledad”…
ESCOLLERAS: Se trata de “pestes y calamidades físicas –aguaceros, ciclones, tifones “expresando el destino humano… La vida de pueblos, familias e individuos afectados y dañados por el infortunio y la desventura… El destino trágico y la fatalidad histórica de la naturaleza humana, pues en todos los tiempos el tiempo bíblico de las vacas gordas y mucho más de las vacas flacas se han dado y concitado en la vida de las personas… Y que hoy podrán unas familias, unas personas, unos seres humanos, estar bien, muy bien, encaramados “en los cuernos de la luna”, pero después, bien quedan “atrapados y sin salida” en la peor peste epidemiológica, existencial, cerebral, emotiva, sentimental, de la vida…
PLAZOLETA: Daniel Defoe está considerado el padre del periodismo moderno… En el tiempo aquel cuando García Márquez viajó por vez primera a París (tendría unos 21 años, la misma edad de Ernest Hemingway cuando llegara a la “Ciudad Luz”), únicamente se llevó un libro… Y fue el “Diario de la Peste”, de Defoe… En 1665, Defoe tenía 5 años y Londres fue atacada por una epidemia… Miles de personas murieron… La ciudad vivió y padeció la hambruna, la recesión, el desempleo, crímenes y robos, “y los desenfrenos de todo orden que, además de las muertes, provocó la epidemia” según describe Vargas Llosa… Fue el libro de crónicas de Defoe la compañía más vigorosa del Gabo en su viaje a París…
PALMERAS: Por eso, nada más anima y reanimaría los días y las noches, las horas tan lentas, en el tiempo de la COVID como la lectura (quizá la relectura) de los textos anteriores… Cuando menos, quizá aprenderíamos (y sin caer en la homilía mañanera) el alto concepto de la resignación ante la adversidad pues en todos los tiempos las pandemias han existido y forman parte de la vida…