Oaxaca, México.- Durante el primer viernes de Cuaresma se llevó el primer desfile de las flores, el cual es una tradición, la cual es realizada por alumnas de la preparatoria, quienes apoyan a una candidata en especial e invierten en flores para dar a su señorita preferida y al final hay una ganadora, que es la que más flores recibe.
Esta tradición se remonta a los tiempos en que Oaxaca contaba con 20 veces menos habitantes que ahora.
El cronista de la ciudad, Rubén Vasconcelos Beltrán, ex rector de la UABJO, refiere que a la par del calendario religioso cuaresmal, los jóvenes de distintas Universidades y colegios del Estado se organizan para realizar los famosos paseos florales.
De sus tiempos de estudiante en los años 60, cuando la festividad estaba en pleno apogeo, además de la música, el folclor y romanticismo que se vivían en esos días, se aprovechaba para destacar el talento de oradores y poetas, quienes concluían el paseo con la exposición de su arte ante la “Madrina del Viernes”, jovencita que era seleccionada por la cantidad de flores acumuladas.
“Desde el primer viernes nos reuníamos precisamente en El Llano para festejar La Cuaresma y era muy bonito porque se reunían los estudiantes y se paseaba de la siguiente forma. Es decir, los hombres iban de acuerdo a las manecillas del reloj y las mujeres en sentido contrario para recibir flores y también ahí se elegía a la madrina del viernes”, explica el Cronista respaldado por su vasto conocimiento en las historia de Oaxaca.
Señala que es una práctica que se pierde en el tiempo, pero que al parecer inició con el festejo de la Cuaresma en el barrio de Jalatlaco, “ya que muchas de las personas que asistían a la misa de 7 de la mañana caminaban hacia la ciudad, cruzando el río del mismo nombre que separaba al barrio de la ciudad. En pocos minutos llegaban al antiguo Llano de Guadalupe que poco a poco se convirtió en jardín para pasar una mañana de fiesta, de relajación, de una manera sana.
Cada viernes de cuaresma, el paseo revive de entre los recuerdos de las viejas generaciones, que se ven reflejados en los jóvenes estudiantes, quienes hoy día tratan de rescatar esta tradición que tiene un respaldo histórico entre la cantera verde y los árboles que parecen guardar celosos los pasajes de aquellos tiempos. Así como los caballeros que sin ir al Parque el Llano, envían ramos de flores a sus esposas, amigas, novias, compañeras de trabajo, madres.
Bellas tradiciones oaxaqueñas!
Texto obtenido en: noticiasnet.mx
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