Redacción El Piñero
Oaxaca, México.- Veinte mil pesos, son lo que impide a una familia enterar a uno de sus miembros, quien murió desde hacer cinco días, en la comunidad de San Sebastián Río Dulce, Zimatlán.
El cadáver de la occisa, está envuelto en un sarape y tendido sobre un metate al interior de su casa, donde espera que el agente municipal Carmelo dé el permiso para que sea enterrada en el panteón de la comunidad.
Se ha establecido que la autoridad exige esa cantidad a la familia debido a que fueron parte de los que se opusieron a su designación.