Carlos Tirado
Ciudad Ixtepec, Oaxaca.- Con el sueño dominante en su corazón de lograr una mejor calidad de vida para llegar a la tierra del billete verde, intentando cruzar el territorio mexicano y saltar así hacia Estados Unidos, cientos de migrantes, quizá unos mil quinientos, caminan en una caravana denominada “Caravana del Migrante 2018.
El grupo compuesto por familias enteras, entre ellos hombres, mujeres, niños y adultos mayores avanzan lentamente por territorio oaxaqueño.
Ayer cubrieron cientos de kilómetros desde la frontera chiapaneca hasta el municipio de ciudad Ixtepec, en el istmo Oaxaqueño.
Llegaron algunos por la tarde-noche, otros más avanzada la hora y fueron concentrándose en el auditorio municipal amablemente cedido por las autoridades locales para que pernoctaran.
Esta mañana, ya era un lleno total y muchos tuvieron que permanecer afuera ante la falta de espacio, ocupando inclusive parte del espacio del campo de futbol, en donde se encuentran los servicios sanitarios, presentándose largas filas para ocuparlos.
Muchos más iniciaron un peregrinar por diversas calles y barrios de la ciudad, pidiendo monedas y en puntos estratégicos, como las vías del tren y las tiendas departamentales en donde hubo quejas de los usuarios, ya que los migrantes pedían monedas y al no recibirlas se molestaban profiriendo palabras obscenas.
Sin embargo, no hubo mayores incidentes y hasta el momento todo trascurre con calma.
Los Migrantes señalaron que permanecerán en esta ciudad el tiempo necesario para “montarse en la bestia” es decir, subir al tren para reiniciar su viaje al gran país del norte.
Aunque según se informó que, por el momento y en los siguientes días, al parecer, no habrá convoy y el grupo de más de 1500 migrantes quedará en espera.
Esto, apuntaron empleados del ayuntamiento, representa un problema, no solo porque se les da el apoyo como es agua para los sanitarios, para bañarse y para calmar la sed.
La mancha migrante se extiende por todas las calles pidiendo ayuda económica y comida y hay otros que aprovechan estas circunstancias para cometer ilícitos y culparlos a ellos.
Hasta el momento, permanecían en el auditorio y hasta la salida del tren emprenderán nuevamente el camino.