Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca, Oax.- Integrantes de la Confederación Internacional de Trabajadores – Federación Internacional de Trabajadores de Oaxaca (CIT-FITO) exigen intervención del Gobernador del Estado Salomón Jara Cruz ante agresiones, intimidaciones, robo y daño a taxis en el Valle de Etla por parte de integrantes de la Alianza de Sindicatos y Asociaciones del Estado de Oaxaca (ASAEO).
En conferencia de prensa realizada la mañana de este viernes 27 de octubre, el concesionario Emiliano Hernández Pérez denunció públicamente a Óscar Alanís Salazar Ramírez alias “El Cangrejo” por amenazarlo directamente e intentar agredirlo y destruir su unidad de alquiler
“Ayer afortunadamente las patrullas de la Guardia Nacional me hicieron el paro, como se dice, me pegué con ellas y ya no me pudieron golpear ni pudieron afectar mi carro, por ello pedimos la intervención del Gobierno de Oaxaca para que a través de sus dependencias nos garanticen seguridad y tranquilidad para trabajar”, exigió Hernández Pérez.
Otro representante de los trabajadores del volante también denunció que a sus agremiados los están “extorsionando, cobrando cuota, cobrando piso y yo creo que no se vale, no los dejan trabajar, lo que están viviendo es miedo, sino portamos la calca oficial de ASAEO nos cobran multas para poder usar las bases de la central, no caeremos en provocaciones”.
Una concesionaria también acusó de cometer estos delitos a Iván Ríos alias “El Cuqui” y a Junior David Ríos, en este sentido los responsabiliza directamente de lo que le llegue a pasar a sus hijos, a su familia, a sus cuñados, y a todos sus compañeros.
“Pido el apoyo a las autoridades, la verdad estoy temblando de miedo, es algo muy fuerte, a mí me preocupa la vida de mis hijos, pido a las autoridades su intervención por la seguridad de los trabajadores del volante”, señaló la concesionaria.
Mientras que el líder de la CIT-FITO, Hipólito Rojas, solicitó al Gobernador Salomón Jara Cruz y al Secretario de Gobierno Jesús Romero López, pongan atención a la denuncia pública, porque no sólo está en riesgo la integridad de los taxistas, los pasajeros pueden ser víctimas colaterales.