Redacción | El Piñero
En medio de una tragedia natural, la localidad de Asunción Mixtepec, en el municipio de San Bernardo Mixtepec, enfrenta una devastación sin precedentes. El deslave de un cerro y la furia del río han dejado un saldo desgarrador: 13 viviendas reducidas a escombros y familias enteras sumidas en la desesperación.
La magnitud del desastre ha movilizado a una fuerza conjunta de rescate. Más de 60 voluntarios se han unido a los esfuerzos coordinados de la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la delegación de Paz Social del distrito para enfrentar esta emergencia.
Entre los escombros, se cuentan tres negocios sepultados bajo toneladas de lodo y escombros, mientras que dos escuelas han sufrido daños irreparables, dejando a la educación en pausa y a los niños sin un lugar seguro para aprender.
El paisaje de la comunidad ha cambiado drásticamente: una cancha de usos múltiples y un puente han sido devorados por la voracidad del desastre. Seis vehículos y un mototaxi yacen ahora como testigos mudos de la fuerza destructiva del agua.
Pero detrás de cada cifra y cada estructura derrumbada, hay historias humanas de dolor y pérdida. En total, 13 familias han sido desplazadas, con nueve personas mayores, 31 adultos y 23 niños ahora enfrentando una incierta realidad.
Mientras tanto, el corazón de Asunción Mixtepec palpita con la incertidumbre y la tristeza. Las calles, incluida la emblemática calle Independencia, se han convertido en un campo de batalla contra los estragos de la naturaleza, con escombros y lodo como recordatorios persistentes de la fragilidad humana frente a las fuerzas incontrolables de la tierra y el agua.