Redacción El Piñero
Juchitán, Oaxaca.— En el marco de la Operación Sable, autoridades estatales y federales lograron la captura de Jorge López Guerra, figura prominente del ámbito político, económico y empresarial en el Istmo de Tehuantepec, señalado por brindar respaldo logístico, financiero y político a una organización criminal que opera en la región.
De acuerdo con fuentes de inteligencia, López Guerra mantenía una relación directa con Iván Sánchez Santiago, alias “Cromo”, presunto cabecilla de una estructura delictiva que opera en esta zona estratégica del estado. Las investigaciones revelaron que el ahora detenido facilitaba recursos económicos, conexiones con actores políticos y espacios físicos —como ranchos de la Asociación Ganadera del Istmo, de la cual era presidente—, los cuales habrían sido utilizados como refugios para células criminales.
La detención fue posible gracias a la coordinación entre la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) y corporaciones federales, que ejecutaron la orden de aprehensión y trasladaron al implicado a la ciudad de Oaxaca de Juárez, donde fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
Aunque las autoridades han manejado el caso con estricto hermetismo, se sabe que el operativo representa un golpe importante a la red de protección que permitía el funcionamiento encubierto del grupo liderado por “Cromo”.
En su ficha de detención, se describe a Jorge López Guerra como un hombre de complexión robusta, estatura de 1.76 metros, que al momento de su captura vestía camisa azul de manga larga, pantalón de mezclilla y botas cafés. Asimismo, presenta cinco tatuajes visibles: un trébol, un caballito de mar, un colibrí, un torito y un signo vital.
Hasta el momento, las autoridades no han precisado los cargos formales que enfrentará, aunque de manera extraoficial se ha informado que sería por homicidio, lo que ha generado inquietud y especulaciones entre sectores políticos y medios locales, dada su conocida influencia en la región.