Redacción El Piñero | Corresponsalía
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, enfrenta una creciente ola de asesinatos por lo que urge la intervención del gobierno federal ante la grave situación de inseguridad que azota la entidad.
Recientemente, un ataque armado en Las Limas, perteneciente al municipio de Tuxtepec, dejó cuatro elementos de la Policía Municipal muertos tras ser emboscados mientras realizaban labores de patrullaje en la unidad económica 069.
Las víctimas fueron identificadas como Emanuel Quintero Lago, Luis Ángel Sixto Ventura, Víctor Valentín Morales, comandante de la corporación, y Jonathan Salcedo Azamar. Los oficiales fueron sorprendidos por los agresores, quienes abrieron fuego sin que los policías pudieran repeler el ataque.
Además, un bebé de un año de edad resultó herido de bala durante un enfrentamiento en Salina Cruz, donde un padre trató de proteger a su hijo del ataque y murió en el sitio. También se reportaron combates armados en la jurisdicción de María Lombardo entre fuerzas de seguridad y presuntos delincuentes, lo que resultó en la muerte de cuatro personas, entre ellas un agente federal.
Los ataques armados han sido casi simultáneos en los municipios de Salina Cruz, Juchitán y Matías Romero. Estos incidentes han desnudado la incapacidad del gobierno estatal para garantizar la seguridad.
Por otro lado, un ataque en un estacionamiento de Chedraui en la capital del estado dejó una persona fallecida y una mujer herida de gravedad, evidenciando la falta de acción del nuevo presidente municipal, Raymundo Chagoya.
La situación de violencia en Oaxaca se agrava, y la ciudadanía exige soluciones inmediatas para restaurar la paz y la seguridad en las regiones oaxaqueñas.