Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca.- A punto de cumplir 27 años de servicio, el Hospital General de María Lombardo, en el municipio de San Juan Cotzocón, enfrenta una grave crisis por falta de infraestructura, equipos médicos y personal especializado. Actualmente, solo ofrece consultas externas y cirugías de urgencia, debido al colapso casi total de sus instalaciones.
Desde mediados del año pasado, el hospital suspendió todas las cirugías programadas tras la descompostura de su planta de luz de emergencia. Según la dirigente sindical Isabel Aldazabal, en más de una ocasión médicos y enfermeras han tenido que continuar operaciones a oscuras, usando la luz de sus teléfonos celulares para iluminar el quirófano. A raíz de esta situación, los pacientes deben ser trasladados a hospitales en Tuxtepec o Juchitán, asumiendo ellos mismos los gastos de traslado, gasolina y honorarios médicos.
Las variaciones constantes de voltaje en la región del Bajo Mixe han dañado aún más los ya deteriorados equipos del hospital, que en casi tres décadas no han recibido mantenimiento adecuado. Omar López Sánchez, dirigente estatal de la sección 35 del Sindicato de Salud, denunció que el hospital carece de lo más básico: desde agua potable hasta insumos médicos. “¡No tiene nada!”, sentenció durante su visita al hospital, donde acompañó a funcionarios del IMSS-Bienestar para dar posesión al nuevo director, Leonardo Iván Cortez Sandoval.
Aunque los representantes del IMSS-Bienestar ofrecieron realizar un diagnóstico, líderes sindicales afirman que no se necesitan más estudios, sino una acción inmediata. El hospital requiere inversión urgente en infraestructura, equipamiento, medicamentos y personal. Mientras tanto, el personal médico continúa laborando en condiciones precarias, e incluso deben asearse a cubetazos ante la falta de agua. El único cambio visible en casi tres décadas, dicen, ha sido el logotipo en la fachada.