Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca, Oax.- A pesar de que Oaxaca se encuentra en semáforo rojo por la pandemia del COVID-19 y el número de contagios y decesos continúan de manera alarmante, las autoridades municipales de San Pedro Ixtlahuaca llevaron a cabo su fiesta patronal que inició ayer domingo y culminará este martes 30 de junio.
Aunque existió la inconformidad por parte de habitantes de esta población perteneciente a los Valles Centrales, el presidente municipal Manuel Evodio Duarte Pérez hizo caso omiso a la solicitud para cancelar las fiestas debido al alto riesgo para la salud y vida de la población.
Desde ayer domingo, la fiesta se realizó como de costumbre, con música tradicional, comida, la quema del castillo y venta de bebidas alcohólicas, registrándose una importante aglomeración de personas que acudieron a la celebración ignorando las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud del gobierno federal y estatal.
Por su parte, los Servicios de Salud realizaron una intensa campaña de alerta a la población, donde se informó que la suspensión de fiestas patronales se mantiene como medida urgente y necesaria para mitigar la dispersión y transmisión de coronavirus.
Por lo que se exhortó a la población a actuar con responsabilidad y no asistir a la fiesta patronal del 28 al 30 de junio en San Pedro Ixtlahuaca, que actualmente registra 30 casos confirmados de COVID-19.
Las autoridades indicaron que los eventos que impliquen aglomeraciones son un foco de infección de la enfermedad y ponen en alto riesgo la salud y vida de las y los oaxaqueños, no solo de este municipio sino de la región y el estado.
En ese sentido solo se deben realizar actividades esenciales cumpliendo en todo momento las medidas higiénicas y de sana distancia con el fin de proteger a la ciudadanía.
Hasta ayer domingo, la celebración continuaba con una calenda, fuegos artificiales y un baile que concentró a una gran cantidad de personas en la población.