Redacción El Piñero | Corresponsalía
Oaxaca, Oaxaca. – La Policía Municipal de Oaxaca, dirigida por el comandante Taurino López se ha dedicado a agredir a los vendedores ambulantes del corredor turístico de la ciudad capital, y hoy el exceso llegó al límite al detener y golpear al menor de edad de nombre Jairo Juárez, de quien al momento se desconoce su paradero.
Jairo Juárez, menor de edad que vende productos varios en el andador turístico, fue detenido la noche del lunes 21 de noviembre, a la altura de Abasolo, golpeado por elementos policiacos, y posteriormente fue subido a una patrulla donde siguió siendo agredido.
Su madre, su hermana y otros vendedores se dirigieron a la Comandancia de Policía ubicada en Morelos 108, pero ahí los elementos impidieron el acceso a la mujer de origen indígena, y le dijeron que no estaba ahí.
Al preguntar ella desesperada por su menor hijo, los policías dijeron no saber, que tal vez estaba en Ciudad Judicial, o tal vez había sido trasladado al DIF.
Acompañada por unos seis vendedores más, e incluso turistas que vieron la agresión de que fue objeto el menor, la madre pedía a gritos le dejaran entrar a ver a su hijo, pues seguramente estaba lastimado, pero al ver que la postura de los elementos era fría e indiferente, decidieron llamar a la Fiscalía para exponer el atropello. Después de obtener respuesta de algún funcionario de la FGE, la madre y una turista médico pudieron acceder a la Comandancia, pero el menor no estaba ahí. Tampoco les dijeron su paradero.
Uno de los vendedores presentes dijo que eso era secuestro, por lo que responsabilizaban al comandante Taurino López, de este atropello y abuso de autoridad.
La joven vendedora que la noche del lunes 21 de noviembre exigía que fuese presentado Jairo, dijo que todo el tiempo los ambulantes son molestados por inspectores y policías municipales, cuando ellos solo se ocupan de llevar un dinero a sus casas, con la venta de sus productos.
El pretexto para haberse llevado a Jairo, es que cuando la inspectora de nombre Saraí quiso arrebatarle su bolsa de mercancías, él lo impidió deteniendo la bolsa. Ella jaló y se pegó en la cabeza con un farol. Enseguida se puso a llorar, los otros inspectores llamaron a la policía, y los uniformados llegaron a golpear al menor. Lo subieron a una patrulla, se lo llevaron y ahora ndie sabe dónde está.