Por: Roberto Polo Hernández
Oaxaca, México.– El Parque del Amor se ha convertido, al caer la noche, en una zona prohibida, de restricción, de latidos azuzados por el miedo. Es un territorio que la policía cedió a los malandros, o al menos así se exhibe, debido a su falta de recorridos y estancia permanente.
Laura, una joven mujer de 25 años, logró evadir ayer –miércoles- a dos sujetos que intentaron asaltarla en el momento en que esperaba un taxi colectivo. Eran las 22:30 horas y en ese populoso lugar no había ningún policía.
Gracias a que gritó y corrió apresuradamente a una taquería logró ponerse a salvo, de lo contrario, sus agresores hubieran celebrado el delito. Laura –precisa- salió de trabajar a las 21:30 horas, pero se retardó por ir a comprar unas medicinas para su mamá.
Los dos sujetos, de aspecto cholo, al ver la sagaz actitud de la joven rehusaron en seguirla y, ante la mirada de una decena de testigos, se marcharon con rumbo a la Central de Abastos.
De acuerdo a un comerciante del lugar, quien de inmediato socorrió a la mujer, no es la primera vez que se registra un hecho similar, ya que se han registrado ene ocasiones en que sujetos, amparados por la oscuridad de la noche y omisión policíaca, han atacado a jovencitas.
Y es que el paso por el Parque del Amor se pisa en un vaivén de inquietudes, ya que no existe suficiente alumbrado público, no hay vigilancia y existe una cordillera de casetas “comerciales” que han servido a la delincuencia como escondites. Es decir, se ha convertido en un campo abierto al desorden social.
El Parque del Amor es jurisdicción de Oaxaca de Juárez y, además, es la conexión obligada para los municipios más importantes de los Valles Centrales. Es por ello que miles de personas convergen en el sitio, día y noche, a merced de la suerte, máxime las jovencitas que, en fecha reciente, han sido el blanco constante del hampa.