Por: Roberto POLO| El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.– La tarde-noche de este jueves, en San Juan Lalana, municipio de la región de la Cuenca del Papaloapan, un convoy de la Guardia Nacional fue intervenido y expulsado por habitantes del lugar luego de que intentara desarmar y detener a un grupo de autodefensas que brinda protección en la zona.
Fueron residentes de San José Río Manzo, localidad perteneciente a San Juan Lalana, quienes impidieron que elementos de la Guardia Nacional desarmaran y detuvieran a civiles identificados como autodefensas, quienes desde hace una semana se armaron para brindar seguridad en su territorio.
A decir de los vecinos del lugar, las autodefensas son pobladores que, de manera voluntaria, se armaron para evitar ataques de la delincuencia, pues en menos de un mes se han cometido cuatro secuestros en agravio de las familias de Río Manzo.
El último secuestro –refieren- fue el de una jovencita a cuya familia la obligaron a vender sus propiedades para pagar el rescate y lograr su libertad.
Se estableció que la Guardia Nacional llegó a San José Río Manzo con la finalidad de realizar un operativo en la zona serrana, sin embargo al intentar cruzar la localidad se percató que algunos civiles se encontraban armados y estableciendo retenes en las entradas y salidas.
Por ello, los uniformados intentaron desarmarlos e intervenirlos, argumentando que las armas que portaban son de uso exclusivo. No obstante, pobladores se enteraron de la situación y alertaron al pueblo para que se congregara al sitio.
El pueblo, reportó un ciudadano que guardó el anonimato por razones de seguridad, fue convocado mediante altavoces y el repique de campanas de la iglesia, llegando inmediatamente al lugar a bordo de camionetas, mismas que utilizaron para cercar a la Guardia Nacional que viajaba a bordo de tres unidades de motor.
Luego de un ríspido diálogo, en el que habitantes sugirieron retener a los policías y quemar sus unidades, estos fueron liberados y les exigieron reforzar la seguridad en su municipio, pues los secuestros se han registrado –precisan—debido a que han sido marginados del servicio de seguridad pública.
En ese tenor, los pobladores indicaron que sus autodefensas están armados con palos y machetes, descartando la presencia de armas de fuego, y que se mantendrán vigilando su territorio, pues hasta el momento es la única forma de mantener plena seguridad ante los embates de la delincuencia.