Redacción El Piñero
Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- La crisis laboral en Oaxaca llegó a un nuevo nivel de tensión este viernes, cuando miles de trabajadores del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO) decidieron pasar la noche frente al Palacio de Gobierno. Su exigencia: instalar una mesa de negociación directa con el gobernador Salomón Jara Cruz y derogar el decreto que deja sin empleo a 1 mil 344 burócratas.
Con pancartas y consignas, los manifestantes acusan al mandatario estatal de ser un “represor”. Entre los cánticos de protesta se escuchó con fuerza: “¡Revocación, revocación!” en referencia a una posible revocación de mandato, y la frase “que muera, que muera, la maldita primavera”, una ironía hacia el lema gubernamental de Jara, quien denomina a su gestión como la “Primavera oaxaqueña”.
El Consejero Jurídico del Gobierno de Oaxaca, Geovany Vázquez Sagrero, defendió la legalidad del polémico decreto, argumentando que las plazas laborales fueron asignadas de manera irregular durante los gobiernos de Gabino Cué y Alejandro Murat. Según Vázquez, estas plazas fueron vendidas ilegalmente, lo que ahora coloca bajo la lupa a exfuncionarios como Germán Espinoza y Alberto Vargas Varela, quienes fungieron como secretarios de Administración en esas gestiones.
“Las plazas se obtuvieron de manera ilícita, y no vamos a retroceder. Ya se están llevando a cabo investigaciones administrativas y penales contra quienes resulten responsables, incluidos mandos medios y dirigentes sindicales que participaron en estas irregularidades”, sentenció el funcionario.
Incluso, advirtió que algunos trabajadores podrían enfrentar acusaciones de cohecho, dependiendo de las evidencias recabadas.
La negativa del gobernador a dialogar hasta ahora ha agudizado el descontento. Mientras los trabajadores advierten que no se moverán hasta obtener una respuesta satisfactoria, el gobierno parece decidido a sostener su postura y a proceder legalmente contra los involucrados en la supuesta venta ilegal de plazas.
Con el panorama cada vez más tenso, la noche frente al Palacio de Gobierno promete ser larga, y el conflicto, lejos de resolverse, sigue escalando.