El pasado 15 de septiembre debería haber sido un día de celebración para Karla Stephany Guillén Leyva, quien cumplía 24 años. Sin embargo, ese día se convirtió en una tragedia para su familia, cuando Karla fue arrollada por un vehículo mientras salía de su trabajo en un McDonald’s en California.
Según reportes de medios estadounidenses, el conductor, un migrante oaxaqueño en estado de ebriedad, fue detenido tras el accidente, pero rápidamente quedó en libertad al pagar una fianza de 50 mil dólares.
Karla Stephany había llegado a California a los 12 años, dejando atrás a sus abuelos en Huixtla, Chiapas, en busca de mejores oportunidades. Su madre, Yovana Guillén Leyva, había emigrado previamente por razones laborales, y la familia había estado luchando por establecerse en su nuevo hogar. “El carro estaba estacionado. Se había bajado del carro y estaba cerrando cuando la persona borracha la impactó. Ahí me la mató”, explicó Yovana entre lágrimas.
El responsable del accidente, identificado como José Manuel, de 26 años, fue liberado tras el pago de la fianza, aunque se le colocó un grillete con GPS y se le impuso la condición de no salir de California ni de los Estados Unidos. Durante la primera audiencia en la corte, un juez indicó que las investigaciones continuarían durante uno o dos años. “Lo que nosotros estamos buscando es que se haga justicia más pronto, porque no puede estar libre una persona que haya hecho esto”, expresó Yovana en una llamada telefónica.
Karla, a los 18 años, había formado una familia, con dos hijos de seis y cuatro años, que desde el accidente han estado preguntando: “¿Dónde está mi madre?”. “Es triste, es desgarrador saber que los niños no tienen a su mamá. Yo no tengo a mi hija. Es triste”, lamenta Yovana, madre de la joven madre chiapaneca.
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El día en que el cuerpo de Karla fue cremado, su familia conmemoró su cumpleaños, recordando a una joven llena de sueños y aspiraciones. Después de haber llegado a Estados Unidos, Karla buscaba arreglar su estatus migratorio y cumplir su sueño de convertirse en estilista, soñando con tener su propio salón de belleza. La trágica muerte de Karla Stephany ha dejado una profunda huella en su familia, que ahora lucha por justicia mientras enfrenta la dolorosa realidad de su ausencia.