Redacción El Piñero | Corresponsalía
El Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino fue una de las víctimas del asalto masivo que se registró el pasado 3 de abril a varios conductores en la carretera Acatzingo – Ciudad Mendoza.
Fue el sacerdote Marco Palacios, de la Parroquia de San Isidro Labrador, localizada en Nogales, que confirmó la información en su cuenta de Facebook, la cual había sido difundida en redes sociales sobre lo sucedido al obispo y otros dos padres.
Como se dio a conocer, el robo masivo se perpetró contra cinco vehículos particulares y dos tractocamiones, donde sus conductores fueron sometidos por al menos ocho sujetos que portaban armas largas.
Se sabe que en el caso del Obispo Cervantes Merino, fue sustraído de sus pertenencias, entre las cuales estaba la insignia episcopal que recibió por parte del Vaticano.