El estudio en modelos animales sugiere que la obesidad podría influir en la diversidad del virus, probablemente debido a una respuesta inmunológica deteriorada en individuos con exceso de peso.
La obesidad es un problema de salud global cuyos riesgos son bien conocidos. Por ejemplo, el Instituto de Diabetes y Enfermedades Renales y Digestivas de los Estados Unidos recoge información completa sobre las consecuencias negativas para la salud del exceso de peso: diabetes tipo 2, presión arterial alta, enfermedad cardiaca, derrame cerebral, apnea del sueño, síndrome del hígado graso, algunos tipos de cáncer…
Pese a los riesgos ampliamente divulgados de la acumulación de tejido adiposo en el cuerpo, a nivel mundial la mitad de la humanidad padece algún grado de sobrepeso u obesidad.
Ahora, un nuevo estudio realizado en ratones podría dar una pista sobre cómo la obesidad podría también aumentar la gravedad de la infección por el virus influenza, que causa la gripe común o estacional.
El paper científico ha sido publicado en mBio, una revista open-access de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. Las conclusiones del estudio indican que la obesidad podría afectar a la diversidad viral, probablemente debido a una respuesta inmunológica deteriorada en individuos con exceso de peso.
Por tanto, la obesidad explicaría por qué varía tanto la virulencia de la gripe año a año, y podría dar pistas para desarrollar una vacuna anual contra la influenza.
El investigador principal del estudio, el doctor Stacey Schultz-Cherry -miembro de la facultad en el Hospital de Investigación Infantil St. Jude-, explica cómo, debido a la forma en que las células responden a la gripe en un cuerpo obeso, podemos sospechar que las personas con exceso de peso no tienen buenas respuestas antivirales:
“La obesidad permitiría que el virus se replique más rápido y que el organismo cometa más errores. Algunos de esos errores son potencialmente beneficiosos para el virus”. ¿Podría la obesidad contribuir a que el virus mute cada año?
El problema de la gripe es que el virus muta, y cada año se crea una nueva vacuna. Así, Schultz-Cherry y sus colegas plantearon la hipótesis de que el microambiente obeso puede permitir que el virus de la gripe cambie más rápidamente.
Método
Para averiguarlo, los investigadores infectaron a ratones ‘en forma’ y a ratones obesos del virus de influenza durante 3 días, lo que permitió que el virus se replicara. Después, recuperaron los virus de los ratones obesos y delgados y se los proporcionaron de nuevo a ratones obesos y delgados, respectivamente; de nuevo, dejaron 3 días para la replicación y luego repitieron este proceso.
“Queríamos imitar lo que sucede durante una epidemia, en la que el virus pasa de una persona a otra”, explican.
Gripe entre personas delgadas vs. gripe entre personas obesas
¿Habría diferencia si el virus se transmite entre personas delgadas o entre personas obesas?
Tomando los modelos de ratón, los investigadores descubrieron que, a medida que pasaba de ratón obeso a ratón obeso, el virus mutaba. Las variantes exhibieron replicaciones virales aumentadas, lo que resultó en una mayor virulencia en estos ratones con sobrepeso. “Había diferentes poblaciones, y algunos de esos virus eran más virulentos que las cepas que iban de ratón delgado a ratón delgado”, explica Schultz-Cherry.
Conclusión
Cuando las células interactúan con la gripe, el cuerpo generalmente prepara una respuesta inmune para detener la replicación y propagación del virus. Pues bien; la nueva investigación mostró que esta respuesta de emergencia estaba ‘amortiguada’ en los ratones obesos.
No es la primera vez que se establece un vínculo entre obesidad y el virus de la gripe. Investigaciones anteriores ya demostraron que las personas con obesidad o sobrepeso tienen mayor carga viral de influenza en el aliento exhalado y que tardan más tiempo en eliminar el virus. Además, estudios en animales han demostrado que el virus de la influenza puede extenderse más profundamente en los pulmones durante períodos más largos cuando hay obesidad.
¿Debemos fiarnos de un estudio hecho en ratones?
El uso de modelos animales en biomedicina sirve para tener un punto del que partir en el estudio de algunas patologías; pero además, se usan porque las similitudes biológicas entre humanos y animales, con frecuencia, son muchas. Entre mamíferos, se comparte gran parte del genoma, lo que le otorga relevancia clínica a estos estudios; pero esto no significa que los modelos animales que se estudian sean idénticos a los humanos. Esto quiere decir que debemos ser prudentes antes de aplicar conclusiones en los humanos.
Los investigadores han manifestado que, en el futuro, les gustaría estudiar lo que está sucediendo a nivel de población en humanos. Estudios como este dan pistas para averiguar si la obesidad es una de las razones por las que ahora observamos tanta deriva viral cada temporada, y que provoca que las vacunas tengan que ser continuamente actualizadas.