Luis Velázquez | Escenarios
15 de abril de 2021
UNO. Asesinado a pedradas
En el Medio Oriente, las mujeres acusadas de infidelidad son sepultadas del cuello para abajo con la cabeza a ras del suelo.
Y a ras del suelo para que los ciudadanos de a pie, lastimados y ofendidos, la maten poco a poco a pedradas.
Es la misma práctica que en Veracruz tomó carta de adopción y se practica, en ningún momento contra las mujeres infieles, sino en términos generales.
El lunes 29 de marzo en Ayahualulco, un municipio cerca de Xalapa, un chico de 17 años, de oficio campesino, Alexander Domínguez Hernández, fue asesinado a pedradas.
DOS. La madre lo identificó
Nadie conoce ni sabe las razones.
El cadáver apareció en un camino de terracería del poblado El Triunfo la mañana del lunes hacia las 8:33am, tirado ahí el domingo, se ignora si en la madrugada o la noche.
Estaba junto a un montón de piedras, y luego por ahí corazones cristianos le pusieron una sábana color blanco.
En la cara y el cráneo, abundante sangre, lapidado, todo indica, en su rostro.
Su señora madre, María N, lo identificó.
TRES. Peor ruindad del corazón
Toda la saña y la barbarie del mundo en contra de un muchacho de 17 años.
Cada vez, y por desgracia, los asesinatos en Veracruz con alevosía, ventaja y premeditación.
Quizá, porque los malosos se creen y sienten dueños de las canicas y las pelotas para hacer y deshacer.
Habría bastado, digamos, con un tiro, pues con todo y que a Rosita Alvírez le dieron tres, solo uno era mortal según reza la canción.
Pero de ahí a quitar la vida a una persona a base de pedradas, caray, la peor ruindad del corazón y las neuronas.
Nadie descartaría que de por medio demasiado, excesivo odio y rencor y venganza.
CUATRO. Desdén por la vida
Desde el lunes 29 de marzo ninguna palabra de la Fiscalía como si el chico de 17 años hubiera sido ejecutado en el otro extremo del mundo y/o en algún planeta del sistema solar.
Indiferencia. Menosprecio. Desdén… por la vida humana.
Un muerto más para engrosar el tiradero de cadáveres en el tiempo de la 4T en un Veracruz descarrilado, fuera de control, donde la autoridad apuesta al silencio, encerrados en su castillo de arena, su palacio rosáceo, su mundo imaginario.
CINCO. Ajustar cuentas en las urnas
Así, igualito, el casi sexenio de Javier Duarte y su resultante fue la derrota en las urnas a mediados del año 2016 con la gubernatura.
Igual, igualito que la derrota azul en el año 2018 con su candidato, el primogénito, a gobernador.
Ya se verá, entonces, si la incertidumbre y la zozobra causan el mismo despapaye electoral el próximo 6 de junio con los candidatos de MORENA a presidentes municipales y diputados locales y federales.
Las urnas constituyen el espacio ideal para ajustar cuentas con las tribus gobernantes.
SEIS. Lapidado en Ayahualulco
6 de cada diez habitantes de Veracruz están en la miseria, la pobreza, la jodidez y el desempleo.
Medio millón de habitantes hacen dos comidas al día, y mal comidas, debido a la insólita precariedad en que viven “atrapados y sin salida”.
Por eso, resulta inverosímil que de ñapa todavía se viva con el corazón sobresaltado porque la violencia está a la vuelta de la esquina.
Y lo peor, con tanta perversidad y ruindad humana como el caso del chico de 17 años, Alexander Domínguez, lapidado en Ayahualulco.