Carlos Tirado | El Piñero
Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.- Las autoridades municipales de Juchitán desde el comienzo de la pandemia implementaron una jornada de medidas de sanitarias que presentó error tras error. Acciones que se convirtieron en una situación de horror actual, al estar el municipio hundido en el pozo del abandono con una epidemia por el nuevo Coronavirus que ha cobrado centenares de muertos.
Mientras, muchas personas sin preocupación alguna esparcen el contagio no solo por las calles, sino también en espacios públicos como parques, puestos ambulantes, mercado de mariscos, mercado central y otros mercados, puestos fijos y semifijos frente al palacio, sucursales bancarias en donde la gente se aglomera sin tomar la sana distancia, sin cubrirse la boca, menos del uso de gel antibacterial. Las autoridades no supieron manejar la pandemia, o por lo menos concientizar a sus paisanos para realizar los protocolos de prevención.
Actualmente, las máquinas excavadoras trabajan en el panteón cavando tumbas para los muertos que a diario caen por la enfermedad, aunque los certificados tengan “paro cardíaco”, “neumonía atípica”, “insuficiencia respiratoria”, y otros términos utilizados ante la falta de pruebas que nunca se pudieron realizar.
Mucha gente muere en su domicilio, y hay velorios y cortejos fúnebres, que quedan fuera de la estadística. Pero todavía hay quienes festejan cumpleaños, aniversarios, como un encuentro social normal, el pretexto puede ser cualquiera, hasta encuentros deportivos con tal de levantar la cerveza y disfrutar.
Mientras la autoridad municipal, se jala los cabellos sin saber qué hacer. Incluso proponen un toque de queda y pretenden intimidar a la población con la amenaza de meterlos a la cárcel, sin atenerse a la Ley, además que tal medida podría generar una ola de protestas y descontento social difícil de contener.
La verdad es que Juchitán es un ente sin cabeza, sin brazos ni piernas y permanece quieto, como mounstro temeroso esperando estallar, con el presidente resguardado en su domicilio al igual que todo el cabildo y en espera de algún milagro, milagro que difícilmente alcanzará para salvar a miles de juchitecos que despertarán ante la pandemia.