Redacción | Moisés Castro y Carolina Mejía
Dos músicos organilleros se han instalado en las calles de la ciudad de Tuxtepec y eligieron la avenida Independencia como escenario para compartir sus melodías. José Alfredo Tribelli y su hermano tocaron suelo tuxtepecano hace un mes cargando con su cilindro u organillero cuya música callejera y antigua se popularizó en la Ciudad de México.
José Alfredo, originario de la Ciudad de México, no canta, pero lleva 20 años tocando el cilindro. Se ha visto en la necesidad de emigrar a otras ciudades del país, donde -comentan- han sido bien recibidos, por la competencia y a manera que dicha música perdure.
Bajo el calor sofocante del día, con la manivela metálica, José Alfredo toca una a una las ocho melodías más o menos afinadas que incluye su cilindro de ruedas y ofrece su sombrero al extender su mano, esperando le otorguen una cooperación las personas que muchas veces pasan de largo.