Luis Velázquez
12 de mayo de 2018
UNO. Priistas de clóset
Un nuevo concepto político han creado en Veracruz. Se denomina de la siguiente manera: “Priistas de clóset”. Sus características son las siguientes:
A: Igual que en mundo de la diversidad sexual se definen así a los priistas, digamos, azorrillados, que tienen miedo de salir al carril y confesar su tendencia partidista en un tiempo huracanado cuando, todo indica, el partido rojo está en caída libre, luego de perder en menos de un año la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y 173 presidencias municipales.
B: El término aplica también para los priistas avergonzados de confesar su lealtad tricolor, luego de tantas pillerías de Javier Duarte y los suyos, conscientes y seguros del hartazgo de la población en contra de todo lo que huela a PRI.
C: Priistas de clóset son denominados aquellos seguros de que la gubernatura quedaría en manos del PAN, PRD y MC y/o de MORENA, PT y Pes, dado el rechazo electoral en contra de un partido que tiene a 6 millones de habitantes de Veracruz en la pobreza, la miseria, la jodidez, el desempleo, el subempleo y los salarios mezquinos y de hambre.
DOS. Vivir en el anonimato
D: Priistas de clóset son aquellos que desean salvarse de una derrota más y están con un pie en el PRI y el otro en el PAN o MORENA para seguir el ejemplo de los más de veinte jefes elitistas del tricolor que han migrado a la oposición.
E: También se les llama así a los candidatos a un puesto de elección popular que andan en campaña y avergonzados de tanta ruindad política, social, económica y ética del duartazgo achicaron el logotipo del PRI en su propaganda para evitar la liga a un partido en bancarrota.
F: Priistas de clóset son aquellos que en el duartazgo “ordeñaron la vaca” y tienen denuncias penales en la Fiscalía (un total aproximado de quinientos) y caminan los días y las noches con bajo perfil pues están temerosos de que si asoman la nariz sean detenidos y encarcelados en el penal de Pacho Viejo.
Y nada mejor como pasar los días y semanas en el limbo mientras amaina la tempestad.
TRES. Seis años en el desempleo
G: Priistas de clóset son aquellos que en otros tiempos formaron parte del llamado voto duro y ahora están indecisos de votar por el candidato a gobernador o apostar al voto útil o de plano unirse al invencible Partido Abstencionista.
H: También se les llama a quienes están jugando en un par de canchas y su voto oscila entre el candidato del PAN o de MORENA, sopesando el partido donde tendrían, digamos, asegurada una chamba los próximos años.
Y más, cuando según las versiones el gobernador Yunes anda ofreciendo empleo en el próximo sexenio… a cambio del voto para su hijo, el primogénito.
I: En la lista negra del clóset figuran tanto parte de las elites como de la militancia. Está cañón, dicen, quedar desempleados 6 años más. Y peor, cuando llevan diecisiete meses fuera de la nómina.
César “El tlacuache” Garizurieta lo dijo en el siglo anterior: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.
Y tan leal fue “El tlacuache” a su proverbio que cuando quedó desempleado se suicidó.
CUATRO. Operación cicatriz
El caso es que con tantos priistas de clóset, el CDE del PRI y “El cuarto de guerra” del candidato tricolor al trono imperial y faraónico están urdiendo un operativo singular, donde la apuesta es lanzar una campaña inteligente para sacarlos del clóset y definirse por el candidato a gobernador más honesto de todos los tiempos y todos los partidos, como es Pepe Yunes Zorrilla.
Incluso, el número de priistas de clóset es tanto que en la cancha pepista aseguran que con ellos ganarían de calle (arrasar es el verbo de moda).
Desde luego, hay riesgos.
El miedo a perder la silla embrujada del palacio de Xalapa está llevando a parte de las elites a migrar al PAN o MORENA.
Y/o, en todo caso, coquetear.
Por ejemplo, en las redes sociales y en la cancha priista del más alto nivel (y que nadie ha desmentido como noticia falsa) cacarean que el regidor priista, Marlon Ramírez, llevó a su amiga de toda la vida, candidata a diputada federal por la vía pluri, la duartista Anilú Ingram Vallines, con el alcalde Fernando Yunes Márquez.
Y, bueno, todos conocen la lealtad de la Ingram y nadie pensaría que se trata de una operación al mejor estilo de la Mata Hari.
Y “mientras son peras o manzanas”, y más allá de las ambigüedades, la estrategia de Américo Zúñiga, el presidente del CDE, está en marcha para torpedear más posibles fisuras.
CINCO. Una lucecita en el túnel
En la encuesta de los todólogos de café, la tendencia es la misma:
El candidato del PAN, PRD y MC, se mantiene en primer lugar.
Seguido, pisándole el talón de Aquiles, el candidato de MORENA, PT y PES, apostando al efecto AMLO.
Y en tercero, el candidato tricolor y que sigue escalando.
Y en medio de la desesperación electoral, cada vez toma fuerza la misión apostólica, cruzada cívica, madre de todas las batallas, san Pablo camino a Damasco, como es la asistencia sicológica a los priistas de clóset.
Se ignora si tal encomienda será encargada a priistas convencidos “a prueba de bomba”, y/o en todo caso, a priistas en el mismo tobogán de la incertidumbre y la zozobra.
Pero, bueno, el operativo significa una lucecita en el largo y extenso túnel del derrotismo.