Ignacio Carvajal
blog.expediente.mx para El Piñero
Veracruz.-Cristian Román Andrés Barriga, de 37 años de edad, fue detenido por la Secretaria de Seguridad Pública el 4 de junio de 2018 en calles de Coatzacoalcos, pero la policía no lo llevó a los separos; se sumó a la estadística de víctimas desaparición forzada.
A un año dos meses de su detención es altamente probable que sus restos hayan sido lanzados al lecho de un pozo artesiano en Minatitlán, a unos 20 kilómetros de lugar donde fue detenido por autoridades.
Este día, la Fiscalía General del Estado realizó diligencia de rescate de restos óseos en un pozo ubicado en el ejido Tacoteno de Minatitlán, un área ampliamente conocida por sus constantes reportes de tomas clandestinas en ductos de PEMEX.
Las autoridades ministeriales sacaron de un pozo, ubicado justamente atrás del panteón de Tacoteno, 124 restos óseos y dos cráneos.
Versiones extraoficiales tanto de autoridades ministeriales como de colectivos apuntan que al menos un cráneo corresponde a Cristian Román Andrés Barriga.
En el lugar de la diligencia, iniciada el sábado pasado, se vio la presencia de la familia del joven taxista reportado como desaparecido el 8 de junio del 2018.
Se intentó hablar con ellos pero evitaron a la prensa, pues han sido blanco de amenazas.
PROTESTARON A YUNES
El mismo mes que desapareció el taxista su familia se plantó ante el gobernador en ese entonces, Miguel Ángel Yunes Linares, para pedirle que investigara el caso pues el joven había sido llevado por los policías que le respondían a Jaime Téllez Marié.
Desde el mercado Morelos, a donde había llegado a una visita de trabajo, Yunes Linares ordenó la investigación y prometió a la esposa, María del Carmen Mateo González, que le ayudaría a encontrarlo y que se castigaría a esos elementos si se encontraba un delito.
Pero fue hasta noviembre de 2018 cuando la Fiscalía General del Estado ejecutó órdenes de aprehensión contra dos efectivos de la S.S.P. por desaparición forzada y fueron capturados Guadalupe N. y Orlando N., ambos eran elementos en activo de la S.S.P. y quedaron internos en el penal de Coatzacoalcos.
Ese par de oficiales, y otros que están prófugos, detuvieron a Cristian Román Andrés Barriga el 4 de junio a petición de un ciudadano de la calle Panteras, del Fraccionamiento Las Gaviotas, en Coatzacoalcos.
Cristian Román Andrés Barriga fue acusado por ese vecino de intentar abrir su taxi, el cual estaba estacionado afuera de su casa.
En entrevista con este reportero, días después de su desaparición, la esposa de la víctima dijo que posiblemente, al ir tomado, se confundió pues en un tiempo se dedicó a manejar taxi. Sin embargo otras versiones mencionan que Cristian Román Andrés Barriga se dedicaba al robo de autos y que esa noche, al regresar de una fiesta, fue sorprendido por la policía y “se les pasó la mano” con el interrogatorio -ilegal- antes de presentarlo en separos para control de detención, por lo cual lo llevaron hasta ese pozo artesiano donde todo indica fue su último destino.
Sobre este caso, uno de los oficiales involucrados dio a conocer la ubicación del lugar donde desaparecieron a la víctima y fue así como las autoridades llegaron a Tacoteno con una orden de cateo al terreno que en otro tiempo al parecer funcionó como bodega de chatarra y que cuenta con maleza muy espesa y vegetación mayor, el área ideal para sepultar ilegalmente.
Al concluir la diligencia este día, con el rescate de los restos citados arriba, los colectivos ingresaron al área para revisar el predio ya liberado y encontraron numerosos indicios de posibles puntos de fosas.
Belén González y Lenit Enríquez, integrantes de colectivos en el sur de Veracruz, estuvieron presentes y constataron la presencia de ropa de niño, de mujer adulta y de jóvenes.
Sobre los cráneos rescatados hoy, aún faltan las pruebas de ADN a los dos para determinar a cual corresponde Cristian Román Andrés Barriga e investigar más sobre el otro.
Las madres de búsqueda de personas dijeron en el área que esperan que solicitar una búsqueda más amplia para descartar posibles fosas.
