México.- Los caballos de Yakutia (o yakutos) sobreviven a la intemperie gracias a su pelo, grueso y abundante. No miden más de un metro y medio, pero han desarrollado una gran capacidad para localizar vegetación bajo la nieve y poder así alimentarse.
El fotógrafo neozelandés Amos Chapple, que captó el frío extremo con su cámara describe sus sensaciones con sorpresa: “Ocasionalmente, mi saliva se congelaba, convirtiéndose en agujas que pinchaban mis labios”. Chapple tuvo verdaderos problemas para que su cámara funcionara correctamente con tales temperaturas. El respiro llega para los habitantes de Oymyakon en julio y agosto, con días calurosos que rondan los 20ºC, y con algún pico de hasta 30.
A unos 7.000 kilómetros de Moscú y a dos días en coche de la ciudad más cercana (Yakutsk), alcanzar Oymyakon es una hazaña. No como la de Amundsen para llegar al Polo Sur, pero casi. Aunque cuenta con una pequeña pista de aterrizaje (solo abierta en verano), los pocos intrépidos que la visitan tienen que recorrer el último tramo del viaje por la autopista Kolyma. Construida por el gobierno estalinista, se la conoce como la “carretera de los huesos” por todos los hombres, prisioneros procedentes de los gulags, que perecieron durante su construcción. De hecho, los esqueletos fueron utilizados como material para pavimentar la vía.