- Un héroe lucha contra los malos
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- PASAMANOS: El Yunes azul tiene una estrategia para levantar, digamos, igual que sus antecesores, como el mejor gobernador en la historia local. Y aun cuando la mayoría han fracasado empuja su carreta. Sólo le restan por delante 22 meses. Dos casi ya se fueron. Y en la nada. Y la nada es nada que dijera el teólogo.
Una parte de su estrategia se identificaría con las siguientes características:
Uno. El discurso sistemático asegurando que Veracruz es un territorio en ruinas. El duartazgo fue fatídico. De paraíso terrenal que éramos mudado en el infierno. Todo está mal.
Dos. Yo, dice el góber azul, tengo la voluntad suprema de reconstruir Veracruz. El góber más justo y justiciero. El góber más honesto. El góber impecable. El góber que piensa en los jodidos. El góber austero. El gran líder nato de su partido. El jugador en el altiplano. Una mística, pues, para izarlo como un titán. Un Hércules. Y lo mejor, sin Dalilas a un lado. Es decir, sin barbies ni ladies, como en el pasado inmediato.
Tres. Se ha adaptado a la tradición y cultura política. Así, ejerce el poder con autoritarismo. El puño por delante. Cuídense, carteles y cartelitos, ya llegué, les dijo desde Poza Rica. Voy por ustedes, repitió en Xalapa. Y al mismo tiempo, resucitar la ley en tiempo de la guerra sucia y acusar de terroristas y sediciosos a quienes bloqueen la vía pública y cometan desmanes. Caso Topacio. Caso indígenas de Atzompa. Caso los saqueadores. Pongan todos las barbas a remojar. El hombre de hierro. El político de acero. Mi pequeño Vladimir Putin.
Cuatro. Al lado del autoritarismo, su gemelo, el nepotismo. Un hijo para alcalde. El otro hijo, para gobernador. El mismo, candidato presidencial. La dinastía Kennedy del Golfo de México. Boca del Río, la capital política del PAN y del gobierno de Veracruz.
BALAUSTRADAS: Cinco. Veracruz, en el discurso mesiánico, la gran potencia. “Tiene todo”, dijo, para ser grande. Donald Trump, soñando con Estados Unidos, Putin, soñando con Rusia. Assad, soñando con Siria. Incluso, en los primeros 56 días una parte de yunistas proclamó independizar a Veracruz, pero sólo en materia fiscal, ajá.
Seis. La gran disputa por el poder, cierto, local, con todo y que Fidel Herrera Beltrán ya se le atravesó y lo enfrenta. Y al mismo tiempo, la disputa por el poder nacional. Incluso, soñando con la candidatura presidencial, de igual manera que el flechador tirando a la luna. Quizá pierda, pero en el intento, sacaría boleto para que si el PAN ganara Los Pinos en el año 2018, el góber azul quede en el gabinete.
Siete. La centralización del poder. Un solo poder, él. Una autoridad real, él. Un gobierno autoritario, con él. Jefe del Poder Ejecutivo y jefe de los poderes Legislativo y Judicial. Jefe del billete oficial. Jefe de las corporaciones policiacas. Jefe de los agentes de Tránsito. (Les doy mi correo electrónico para que tú, ciudadano, me escribas denunciando a los agentes corruptos) Miguel Ángel, el grande, igual que Pedro el grande. El poderío de un solo hombre. Por eso, qué caray, luchó durante 20 años para llegar.
Ocho. La lucha contra los carteles y cartelitos, claro. Pero al mismo tiempo, que los marinos y los soldados vayan por delante, igual que en el duartazgo, igual que en el fidelato, igual que en el resto del país. Y si alguna vez dijo que en el comando estarían israelitas, colombianos, Genaros García Luna y la policía intermunicipal, fue para “asustar con el petate del muerto”. Resultado: en los primeros 30 días, 50 desaparecidos. Otro resultado: en los primeros 50 días, 24 niñas desaparecidas y 4 niños. Todo, consignado en la página web de la Fiscalía, oh rendición de cuentas y transparencia.
ESCALERAS: Nueve. En 56 días del bienio, pura política política y administrar la escasez, pero, oh paradoja, cero beneficio social. Ni siquiera, vaya, cruzadas educativas para alfabetizar a los primeros de los 600 mil habitantes que no saben leer ni escribir. Les vale. Pueblo analfabeta, más fácil de manejar en cualquier proceso electoral, 6 que habrá este año y el entrante.
Diez. Hombre de hierro, político de acero, hombre justiciero luchando contra la corrupción y los pillos, ha de mirarse ya, ya, ya como el político del año. El héroe luchando contra la maldad, los enemigos de Veracruz. Yo, devolveré la honradez política al pueblo. Yo lucho contra las tribus corrompidas. El padre de la nación jarocha. Un padre, sin embargo, que algunos miran con reverencia (“don Miguel” le llaman), y otros, con miedo. Sólo su mirada infunde temor.
Once. Veracruz, polarizado. “Estás conmigo o estás contra mí”. Eres fidelista o yunista. Defínase cada ciudadano. Prohibidas las medias tintas. Y en el fondo, la desigualdad social, económica, educativa, de salud y de seguridad. Los dos grandes mundos opuestos. Y lo peor, en los días que corren, ningún secretario del gabinete legal ha especificado una estrategia para el desarrollo social en sus áreas. Todos, a la caza de los corruptos. La agenda social, en el limbo. Total, pobres, miserables y jodidos han existido desde el origen del mundo. Por encima de todo, el proyecto político personal. En ningún momento, un proyecto colectivo ni partidista. Simple y llanamente, personal. La dinastía Kennedy del Golfo de México.