Jaime GUERRERO | El Piñero
La reforma a la ley derechos de los niños, niñas y adolescentes que, prohíbe la venta, distribución y suministro de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido calórico -aprobada por la LXIV Legislatura-, presenta vacíos que no dejan claro el objetivo de la ley y frena la economía, afectando a microempresas, misceláneas y tienditas, las cuales venden productos de ese tipo y en algunas ocasiones, son el sustento de familias oaxaqueñas, advirtió la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Natividad Díaz Jiménez.
De acuerdo a la también dirigente del PAN en Oaxaca, no todos los productos envasados o empaquetados entran dentro de ese rango, y para definir cuales son, refiere a la Norma Oficial Mexicana de ese efecto.
Díaz Jiménez, puntualizó que la única referencia es la NOM 051 SCFI, que determina el alto contenido calórico, de azucares o de grasas, respecto al etiquetado frontal, la cual, aún no entra en vigor debido a la existencia de un amparo de las distintas cámaras empresariales.
La legisladora federal, afirmó que falta la especificación correcta de los alimentos y bebidas que si podrán adquirir, distribuir o sumistrar y cuáles no. Además de que señala sanciones conforme a la Ley de procedimiento y justicia administrativa que a su juicio no son claras.
Díaz Jiménez, refirió que la reforma a la ley de derechos de los niños, niñas y adolescentes, señala en su transitorio cuarto, que el cumplimiento de la misma ley, estará a cargo de la Secretaría de Salud, quien deberá aplicar y vigilar el cumplimiento de las normas oficiales para el caso.
No obstante, quien debería realizar esas actividades es la Secretaría de Comercio por ser una NOM SCFI.
“En esencia esta ley no resuelve absolutamente nada, puesto que es la educación sobre los hábitos alimenticios de los menores de edad, es responsabilidad de los padres y ninguna ley prohibitiva con sanciones o sin ellas, sustituirá la educación de casa”, afirmó.