Luis Velázquez | El Piñero
06 de agosto de 2021
EMBARCADERO: Realidad o ficción, unos historiadores aseguran que Pancho Villa se casó setenta y cinco veces… Y las 75 por la iglesia… Y a las 75 mujeres les puso casa… Y a todas les daba su lugar… El escritor Paco Ignacio Taibo II dice, por ejemplo, que Villa se casó 29 veces y con sus esposas procreó 28 hijos… Pero en Internet, algunos contadores de historia replican la insólita y extraordinaria cantidad de 75 mujeres… Claro, al Internet todo mundo puede echar mano… A tono, digamos, con la versión de que el dictador de la República Dominicana, Rafael Leónides Trujillo, tuvo relaciones sexuales con mil mujeres según llevaba anotado en una libretita escolar…
ROMPEOLAS: Villa fue muy querendón… Por aquí llegaba a un pueblo conquistado echaba el ojo sobre una chica… Y si le gustaba, ordenada a la escolta de mayor confianza investigara el nombre, la familia, el domicilio y el estado civil… Luego, con los datos a la mano, se presentaba en la casa aquella para pedir la mano de la chica… Y como de por medio llevaba el billete del mundo, además de su fama de bandido y guerrillero, las mujeres quedaban fascinadas…
ARRECIFES: Villa era audaz y bragado… Por ejemplo, en la ciudad de México donde pasara estadía para garantizar la vida del presidente interino, Eulalio Gutiérrez, solía comer, como todos los políticos de su tiempo, en el restaurante de un hotel… Entonces, quedó encantado con la cajera, una chica de unos veinte años, de ojo grande y sonrisa gigantesca… Y la cortejó con buena reciprocidad… Un día le dejó un recado para verse en la tarde, pero ella nunca llegó… Y al día siguiente, cuando fuera a desayunar al restaurante del hotel, resulta que la chica ya no estaba… La patrona, una francesa, la había despedido celosa de Pancho Villa…
ESCOLLERAS: Villa la encaró… Y ordenó al general Rodolfo Fierro, su cuate de mayor confianza, la detuviera y encerrara en la casa de Villa… Y aun cuando el embajador de Francia en México intervino para que la dejaran en libertad, el Centauro del Norte se mantuvo… Luego, exigió que le entregaran a la chica… Y después de reunirse con la cajera, le compró el hotel a la francesa aquella y lo puso a nombre de la cajera… Y la cajera se convirtió en su amante…
PLAZOLETA: Tenía un pegue insólito con las mujeres… Quizá, y como decía Henry Kissinger, el secretario de Estado del presidente Richard Nixon, porque hay cierto tipo de mujeres a quienes encanta el olor a poder político y, claro, el olor a dinero… Acaso, porque también les fascinaba la leyenda de Villa… Quizá porque Villa era muy buen pretendiente y las deslumbraba con atenciones en los días y las noches… Pero, bueno, el poder político es un afrodisiaco irresistible…
PALMERAS: Sean 75 como escriben los historiadores cibernéticos, hayan sido 28 como dice Paco Ignacio Taibo II, las esposas de Villa, era aquel tiempo, como hoy, de miseria, pobreza y jodidez… Y las chicas de entonces soñaban y apostaban a irse con el hombre que les garantizara una mejor vida… Y Villa lo era… Y entre soportar las limitaciones económicas y sociales y formar parte del harem de Villa, el olor a dinero y poder era interesante… Además, nunca Villa agarró por la fuerza a una mujer, sino las seducía y conquistaba… Su fama pública de que se la pasaba bailando una tarde completa y una noche completa y la mañana completita del día siguiente… Y sin probar una sola gotita de licor…
