Luis Velázquez | Barandal
24 de julio de 2021
ESCALERAS: El panista José de Jesús Mancha es un suertudo. En la presidencia del CDE del PAN “fue de todo y sin medida”. Y por ahí anda. Libre. Sin que la guadaña de la 4T le llegue.
Por ejemplo:
De acuerdo con el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en el bienio del panista Miguel Ángel Yunes Linares, mereció obra pública para sus compañías constructoras por mil millones de pesos.
Y en el más puro y limpio de los Dedazos…
PASAMANOS: En los años en el poder le alcanzó para nombrar a su esposa diputada local pluri. Dedazo, pues. Dedazo familiar, claro.
Pero también, y gracias a su discípulo Sergio Hernández, el He Man, recibió prebendas para tres periódicos digitales y que puso a nombre de su señora madre como la comunicóloga cibernética de todos los tiempos.
Tuxpeño de origen, ejerció el poder partidista con exclusiones. Por ejemplo, despidió a trabajadores y quienes lo demandaron.
Y aun cuando ellos interpusieron demanda laboral y ganaron, nunca los liquidó.
También evadió el pago de impuestos.
Y de igual manera, dejó de retribuir al Instituto Nacional Electoral prerrogativas usufructuadas bajo sospecha.
En total, heredó una deuda de 45 mil 800 millones de pesos y que ahora, poco a poco, pian pianito, Joaquín Guzmán Avilés, el presidente en funciones, ha ido cubriendo.
CORREDORES: Entonces, y luego de perder la reelección como presidente del CDE del PAN, se lanzó como candidato a presidente municipal de Tuxpan.
Y perdió ante el expanista, expriista, experredista, morenista, José Manuel Pozos Castro, el político transparente, ajá, que fuera diputado local e impusiera a uno de sus hijos como subsecretario de Planeación y Finanzas.
BALCONES: Derrotado en las urnas para alcalde y derrotado en la elección partidista para repetir, ahora reaparece en la cancha de los Yunes azules, sus benefactores, avalando la candidatura del doctor Tito Delfín, ex alcalde de Azueta y Tierra Blanca, para presidente del CDE y avalando la nominación de la senadora Indira Rosales San Román para secretaria general.
Y todos los pendientes que dejó como “ave de tempestades”, le hacen, le parecen estar haciendo, “lo que el viento a Juárez”.
La cuchilla de la 4T se ha tardado demasiado en operar. Y hasta donde se sabe si se sabe bien, Joaquín Guzmán Avilés pule y vuelve a pulir la denuncia penal en contra de Pepe Mancha, tan manchado que fue, en la Fiscalía General de Veracruz.
Ya se verá si le da tiempo de aquí al mes de diciembre en que terminará su periodo partidista, aun cuando también busca la reelección.
PASILLOS: Es el tiempo de la 4T. El tiempo de la purificación moral. El tiempo de la honestidad valiente. El tiempo de la cuchilla contra los pillos, ladrones y corruptos. El tiempo “de devolver al pueblo lo robado”.
Y aun cuando el ORFIS describió una por una las concesiones de obra pública por dedazo en la yunicidad para Pepe Mancha, nunca, jamás, la 4T alentó el proceso penal.
Quizá solo quiso dar un calambre y apostar al descrédito y desprestigio del señor ex presidente del CDE azul.
VENTANAS: Ya se verá, entonces, si Guzmán Avilés procede o, si por el contrario, se queda en puro palabrerío lanzando cacayacas en su contra.
De ser así, caray, la corrupción de los políticos fertilizando en el surco de la impunidad.
De hecho y derecho, manos libres a todos y en todos los niveles para seguir “ordeñando la vaca” y “metiendo las manos al cajón”.