- Y en puestecillos
- Y en la RENATA
Barandal
Luis Velázquez
Veracruz.- ESCALERAS: Unos jefes panistas de Veracruz, años con la cruz a cuestas sin alcanzar el Gólgota, fueron encumbrados en el bienio azul. Otros, sin embargo, por ahí, en puestecillos menores. Otros, en el limbo. Y la mayor parte de la militancia, viviendo en gerundio político, esperando la bendición superior.
Por ejemplo:
Bernardo Téllez, ex presidente del CDE, exalcalde, ideólogo que fue (y es) en tiempo combativo cuando el arca de Noé navegaba con vientos en contra, reducido a la dirección de Asuntos Religiosos de la secretaría General de Gobierno, quizá, porque como le gusta entonar cánticos religiosos en su automóvil cuando manejaba largas y cortas distancias, le habrían dado, digamos, “en su mero mole”.
Pero al mismo tiempo, para un político como él pareciera una bofetada en las mejillas izquierda y derecha.
En casi once meses de gobierno, nada se sabe de él, y ni siquiera, vaya, ha podido sentar a su jefe con el arzobispo de Xalapa, tan dado a la tertulia con los ex gobernadores.
Agustín Basilio, el otro ideólogo panista del tiempo, más que de Bernardo Téllez, de Alejandro Vázquez Cuevas, que luego, de pronto, zas, mudara en un fidelista y un duartista más. Quizá Basilio en un puestecillo por ahí, como mero castigo por su lealtad a “El pipo”.
PASAMANOS: El médico Tito Delfín, el operador número uno del PAN en Tierra Blanca. Dos veces presidente municipal, una en Azueta, y la otra, en Tierra Blanca, y lo que expresa su más alta habilidad para “robalear”. También ex diputado local, y ahora, otra vez, de rebote.
En el principio de la yunacidad fue nombrado en un carguito menor en la secretaría de Salud, donde ni fu ni fa, pues los poblanos arrasaron con todo. Condenado, pues, al limbo. Ni azul, ni rojo, ni amarillo, ni naranja, vaya.
Entonces, cuando tuvo la oportunidad dejó la secretaría de Salud y brincó a la curul local, y ahora, las elites panistas solo le ven cara de diputado y está listo para ser lanzado como candidato a la curul local por el distrito de Huatusco, donde enfrentará al priista de todos los tiempos, Mario Tejeda Tejeda, líder en turno de la Vía Veracruzana, mejor conocida como “Los viagras”.
Alma Rosa Hernández, otra panista de lucha y pelea inacabable, ex diputada federal, consejera estatal y nacional, arrumbada como directora del Instituto Nacional del Empleo.
Así, y cuando el diputado propietario, Polo Deschamps, descubrió su gran vocación política para el servicio público y dejó la curul para conquistar la presidencia municipal de Medellín, Alma Rosa pasó a la curul en la LXIV Legislatura.
Germán Yescas, ex diputado local, gurú azul en la región de Isla, donde ha desbarrancado por completo a su paisanito, el priista Érick Lagos, uno de los guardias pretorianos de Javier Duarte, convertido, y no obstante su gran operación política, a un simple carga-maletas de Joaquín “El chapito” Guzmán Avilés, secretario de Desarrollo Agropecuario.
Y aun cuando Yescas estará feliz con “El chapito”, pues es su compadrito querido, caray, su biografía política merece como los otros una oportunidad superior.
CASCAJO: Ángel Deschamps, ex presidente municipal de Boca del Río y ex diputado local, en algún espacio más allá del limbo, digamos, en la nada y la nada es nada. Nadie se acuerda de él.
El colmo: Víctor Serralde, ex diputado federal que derrotara en el distrito de Huatusco al cacique priista, Rafael Ochoa, cuando era líder nacional del SNTE, cobijado y protegido por la profe Elba Esther Gordillo, condenado al ostracismo.
Y lo peor, por su propio amigo y socio, aliado y cómplice, el tuxpeño Pepe Mancha, con quien hicieran negocios en el Felipismo con su compañía constructora de los llamados “Pisos firmes”, tiempo aquel cuando Fidel Herrera Beltrán alardeara ante Felipe Calderón Hinojosa que sus “Pies fieles” eran mejores y más, mucho más baratos que sus “Pisos firmes”, pues era el negociazo de Serralde y Mancha.
Pero como en el camino, Serralde soñó con la candidatura a gobernador el año anterior y Mancha se irritó, la amistad parece haber terminado para siempre, de tal forma que ahora, Serralde estaría pensando hasta irse a MORENA, no más para demostrar el puño y el músculo.
Por fortuna, Gerardo Buganza Salmerón y Juan Bueno Torio, con sus huestes, desertaron a tiempo del PAN, pues de lo contrario, estarían en la Siberia jarocha.
RODAPIÉ: Otros panistas están por ahí en puestos de relieve, pero al mismo tiempo, con trato pichurriento.
Por ejemplo, “El chapito” Guzmán, soñando con la candidatura al Senado, pues en la SEDARPA le quitaron 500 millones del presupuesto estatal y quedó, como otras secretarías, sin presupuesto para moverse, y mejor prefiere una retirada estratégica.
Alejandro Zairick Morante, haciendo antigüedad para el currículo en la SEDECO, pues ni idea tiene de su encomienda.
El único logro de Raúl Martínez Chávez en TV Más es su programita “La entrevista” que más parece informe burocrático.
Diríase, entonces, que los únicos azules con un juego político son la secretaria de Desarrollo Social, Indira Rosales, a quien llaman “la vicegobernadora” y/o jefa política del gabinete, dada la fuerza que arrastra.
Y Julen Rementería del Puerto, de la secretaría de Infraestructura, desde donde mejor decidió buscar la candidatura al Senado como un político trapecista, con el riesgo de que los candidatos de MORENA lo descarrilen, pero, bueno, más vale, dice el chamán, morir de pie que arrodillado.
Con todo, la peor efervescencia late en la militancia panista, pues en su momento trabajó con el motor a mil por hora para que el PAN entrara al palacio de gobierno de Xalapa y quedaron y siguen fuera.
Los grandes imperios y emporios suelen tronar desde adentro.