Luis Velázquez Escenarios
19 de marzo de 2019
UNO. Paridos por los dioses
Todos los políticos del mundo quieren que la población electoral sea como ellos quieren y que las cosas salgan como ellos desean.
Incluso, hay quienes suelen crear su mundo color de rosa y que funciona a imagen y semejanza, donde todos son tan impolutos como infalibles y su palabra es la última.
Peor tantito, cuando resbalan creen que se justifican con frases célebres y sueltan barbaridades.
Y les vale.
En el camino llegan a creerse paridos por los dioses.
He aquí algunos ejemplos en el tiempo de MORENA en Veracruz.
“Hay una guerra sucia en mi contra cuando toda mi familia es honorable” expresado por una diputada de MORENA para rechazar el nepotismo que le ha sido tendido en la cancha política y mediática.
“Investigará la LXV Legislatura el nepotismo” dicho por el legislador presidente de la Mesa Directiva que trepado en MORENA se ha declarado orgulloso de que uno de sus hijos fue nombrado subsecretario de Finanzas y Planeación.
DOS. El hijo pródigo
“En la secretaría de Educación de Veracruz, SEV, la meritocracia” es la ley para los nombramientos dicho por el titular y quien impuso a su esposa como jefa de Transparencia en la LXV Legislatura.
“Eres un vocero del mal. Un inútil. Un pendejo” y que fue la estrategia del secretario General de Gobierno para describir al Fiscal en aquellos días y noches huracanadas y torrenciales camino a su frustrada destitución en el Congreso local con el juicio político.
“Yo renuncié a la bancada de MORENA en el Congreso porque me convenció la diputada Jéssica Ramírez, pero me estafó” expresado por su homólogo, Érik Iván Aguilar López, cuando siguiendo a tres legisladores de la izquierda se emberrinchó, se fue y volvió al redil… como el hijo pródigo.
TRES. El arte de gobernar
La locura mayor fue cuando un diputado de MORENA asegurara que en el palacio de gobierno de Xalapa “hay demonios, desleales y traidores” alrededor del gobernador y que él mismo góber revirara días después asegurando que ni hay demonios ni tampoco Judas a su lado.
“El gobernador es beisbolero”, el descubrimiento del secretario General de Gobierno cuando el jefe máximo inaugurara campeonato de béisbol porque de pronto, ¡zas!, uno y otro descubrieron su pasión tardía por el béisbol, el deporte favorito de AMLO, el presidente.
Pero desde luego, el Premio Nobel del mundo color de rosa se lo lleva sin competidores enfrente el jefe máximo cuando se declarara fifí, sabadaba y salsero.
Y más porque anunció todo el apoyo económico de SEFIPLAN para el festival en el mes de abril a efectuarse en Boca del Río y que Javier Duarte lo reubicara en Coatzacoalcos, donde meses después significó un fracaso, igual, digamos, ahora cuando suspendieron el carnaval… que por tanta inseguridad.
A partir de las ocurrencias, todo se vale. Cada elite gobernante cree encarnar la voluntad del pueblo y así explican y justifican su concepción política y filosófica y social en el ejercicio del poder y el arte del gobernador.
La jodida siempre es la población. Los pobres y los que viven en la miseria. 6 de 8 millones de habitantes de Veracruz, atrapados en el desempleo, el subempleo y los salarios de hambre.