- “Va mi espada en prenda”
- El guerrero de Cuitláhuac
- Obsesionada con Wínckler
Luis Velázquez/ Barandal
Veracruz.- ESCALERAS: Éric Patrocinio Cisneros, como guerrero de Cuitláhuac (“Va mi espada en prenda”) “ha vuelto a la carga”. “Pat” está obsesionado con el Fiscal Jorge Wínckler. Y con su filosofía política, social y moral, expresa, más que un ajuste de cuentas entre la izquierda y la derecha, el exterminio de un grupo político por otros.
Los que se van, los Yunes azules, con quienes llegan, los Cuitláhuac.
“El espectro del pasado” ha vuelto a incendiarse. Incluso, hasta “lavándose las manos” por si las dudas.
Por ejemplo:
El ex secretario de Desarrollo Agropecuario, Joaquín Guzmán Avilés, “El chapito”, lo recordó antes de dejar la SEDARPA para buscar la presidencia del CDE del PAN:
Yo, reiteró, interpuse denuncia penal contra mi antecesor, Ramón Ferrari Pardiño, por mil 400 millones de pesos en la Fiscalía de Jorge Wínckler.
Y la denuncia sigue desde hace un año en la cancha del Fiscal carnal.
PASAMANOS: Entonces, Éric Patrocinio, “Pat”, aseguró que los duartistas presos en el penal de Pacho Viejo, incluso, Javier Duarte en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México, alcanzarían la libertad… por culpa de los errores de Wínckler en la integración de los expedientes.
Y desde la LXV Legislatura, el diputado local panista, el reelegido Juan Manuel de Unanue Abascal, puso la soga en el cuello del Presidente del Comité de Participación Ciudadana, el expriista Sergio Vázquez Jiménez, asegurando que sus despachos contables limpiaron las Cuentas Públicas de Javier Duarte.
Y, en consecuencia, es la hora de llevarlo a la hoguera pública.
Incluso, a la Comisión de Vigilancia del Congreso.
Ni tardo ni perezoso, en su comparecencia en la LXV Legislatura levantó la mano el secretario de Turismo de la yunicidad, el notario público, Leopoldo Domínguez Armengol, compañero de pupitre de Miguel Ángel Yunes Linares en la facultad de Leyes de la Universidad Veracruz, igual que Jaime Téllez Marié y Enrique Pérez Rodríguez (el cuatismo, ya se sabe, en el ejercicio del poder).
Y desde la tribuna parlamentaria dijo, por ejemplo, que desde hace muchos días y noches y meses interpuso veintitrés denuncias penales en contra de su antecesor, el duartiano Harry Grappa.
Y, bueno, todo indicaría que las denuncias fueron archivadas en el basurero de la Fiscalía, pues ni para atrás ni para adelante, pues Wínckler, la revelación jurídica de Oaxaca en Veracruz, ha estado ocupado encarcelando al mayor número de duartistas, sin tocar, claro, a Ramón Ferrari, Harry Grappa, Érick Lagos Hernández, Adolfo Mota Hernández y Jorge Alejandro Carvallo Delfín.
CORREDORES: Veracruz, una de las entidades federativas más poderosas del país, digamos, por su población electoral y presupuesto y elites políticas (cuatro exgobernadores, presidentes de la república y varios secretarios de Estado), “asiste a una batalla abierta”, dura y recrudecida.
En una esquina del ring, Yunes contra Cuitláhuac.
En la otra, Cuitláhuac contra Yunes.
En la otra, Yunes contra Javier Duarte, anexos, conexos y similares.
Y en la otra, AMLO, esperando el caminar de los días y las noches a partir del primero de diciembre con Cuitláhuac.
Y en el centro del ring, las tribus de MORENA (los Cuitláhuac a quienes llaman de cariño “los Cuic”, los Rocío Nahles y los Manueles Huerta Ladrón de Guevara).
Y en las cuerdas, Éric Patrocinio Cisneros, obsesionado con abanderar la cruzada de Cuitláhuac y ganarse su voluntad pues apenas, apenitas, apenititas se están conociendo, digamos, desde la jornada electoral, aun cuando ellos dicen que jugaron a las canicas y a los trompos cuando eran niños.
RODAPIÉ: “El cisma, que surgió en la campaña electoral (entre los Yunes azules y los Morenos) no ha dejado de agrandarse” (Jan Martínez Ahrens).
Cada día “afloran nuevas revelaciones” como, por ejemplo, cada día de las comparecencias de los secretarios del gabinete legal de la yunicidad y que sirve para que todos ellos sean tomados como piñatas por los diputados locales de la izquierda, la izquierda delirante, aglutinados en MORENA, el PT y el PES.
Y desde luego, “todos los golpes van en la misma (y única) dirección”, es decir, el golpeteo al bienio azul, anunciando días turbulentos, huracanados y torrenciales.
Tan es así que, hasta las cosas nimias, incluso trilladas, sirven para el golpeteo.
Por ejemplo:
La diputada local de MORENA, Rosalinda Galindo, una de las tres amigas de Cuitláhuac García (los otros dos son los ex diputados local y federal, Zenyazen Escobar y Sergio René Cancino Barffuson) rafagueó al secretario (azul) de Turismo, enojada, muy enojada, para reprocharle que en la yunicidad hubo preferencia para el municipio de Boca del Río “pese a que Xalapa es la capital del estado”.
En el fondo, una sola explicación:
Rosalinda Galindo, diputada local de Cuitláhuac, hablando mal de los yunistas, evidenciando a los yunistas, bombardeando a los yunistas, y asegurando que Domínguez Armengol, como notario público, falsea los hechos, pues el Foro Boca fue construido con recursos federales, nunca con estatales.
BALAUSTRES: La línea ya está dada por Cuitláhuac. Y a su ritmo, su gabinete legal y ampliado bailará la bamba violenta los próximos seis años.
Incluso, “y en el corazón de la pugna”, nadie dudaría que Cuitláhuac ha encomendado a Éric Patrocinio la caída de Wínckler. Y por eso, el rafagueo obsesivo, minando cada vez la permanencia del Fiscal en el edifico que alguna vez fue pintado como antro, incluso, parece, color rosa, rosa pastel.
Y la primera batalla, claro, fue ganada en las neuronas de los 29 diputados locales de la izquierda.
Y la segunda batalla, ganada en la cancha mediática, pues cada vez que Cisneros Burgos se refiere a la caída de Wínckler, la prensa lleva el asunto a portada.
Y la tercera batalla ya está en el carril con la solicitud de juicio político interpuesta en la LXV Legislatura, ni más ni menos, que por el ex priista Sergio Vázquez Jiménez, purificado por los mismos Morenos como presidente del Comité de Participación Ciudadana, aquel de la química contable aplicada a las Cuentas Públicas de Javier Duarte.
En el carril, tres Veracruz cara cara.
El Veracruz de Javier Duarte. El Veracruz de Miguel Ángel Yunes Linares. Y el Veracruz de Cuitláhuac García.
Y en la llanura, los 6 de los 8 millones de habitantes de la tierra jarocha en la pobreza, la miseria, el desempleo, el subempleo, los salarios de hambre, con el millón de paisanos como migrantes sin papeles en Estados Unidos, la baja calidad educativa y de salud y de seguridad y de procuración de justicia.
En todo caso, las elites políticas repartiéndose el gran botín llamado Veracruz, estado pródigo en recursos naturales habitado por gente jodida, la mera neta.
Y aquello de que la generación política de la izquierda que tomará posesión el primero de diciembre significa el paraíso terrenal está por verse.
“De lengua me trago un taco” reza el dicho popular.