Washington, DC, 13 de enero (SinEmbargo).–En la etapa final del sexenio de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Turismo (Sectur) abrió de lleno las llaves del derroche en un inútil último intento por limpiar la imagen de corrupción y violencia de México. De acuerdo con un documento inédito, el hoy desaparecido Consejo de Promoción Turística contrató servicios por hasta 95 millones de dólares con la gigante publirrelacionista estadounidense MSLGroup, el contrato más oneroso de un Gobierno mexicano en las últimas tres décadas.
“El presente Contrato se celebra por un monto mínimo de $70,000,000.00 USD (Setenta Millones de Dólares 00/100 Moneda de curso legal en los Estados Unidos de América) hasta un máximo de $95,000,000.00 USD (Noventa y cinco millones de Dólares 00/100 Moneda de curso legal en los Estados Unidos de América)… por los servicios de comunicación integral que permita promover la imagen de México, así como estimular la demanda de productos y servicios turísticos del país en los mercados internacionales, a través de cualquier herramienta de marketing”, establece el convenio obtenido por SinEmbargo del Registro de Agentes Extranjeros del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El acuerdo entró en vigor el 14 de julio de 2017 y expiró el 30 de noviembre de 2018, unas horas antes de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México.
Firmado por César Eduardo Mendoza Núñez, director general para Norteamérica del Consejo de Promoción Turística, el 26 de julio de 2017 en Nueva York, consta de 33 cláusulas y dos anexos. En la cláusula sexta, estipula: “Los pagos se realizarán por servicios devengados, y serán depositados en una cuenta bancaria que el “PROVEEDOR” asignará para los pagos del “CONSEJO”, mediante transferencia electrónica y acreditación a la respectiva cuenta. Los depósitos se harán desde la Ciudad de México y serán cubiertos en Dólares americanos al tipo de cambio vigente en la fecha de pago”.La Sectur concretó el cuantioso contrato cuando López Obrador ya se vislumbraba como el probable triunfador de los comicios presidenciales que se realizarían un año después. El morenista ganó la elección prometiendo combatir la corrupción y el desperdicio de fondos públicos.
Una de las primeras acciones del nuevo Gobierno federal fue desaparecer el Consejo. Fundado en 1999 como órgano administrativo y descentralizado, el Consejo de Promoción Turística se desempeñaba como brazo propagandístico de la Secretaría de Turismo, cuyo titular era Enrique de la Madrid Cordero.
El 6 de diciembre pasado, Miguel Torruco Márques, Secretario de Turismo, anunció la liquidación del Consejo y de todos sus anexos como “México/Marca País”. “Desaparecen todas las oficinas en el extranjero, no solamente del Consejo, sino de todos, vamos a adelgazar el gobierno. Como veníamos [haciéndolo] es muy cómodo, aprieto un botón, hacemos la feria, hacemos esto y nos endeudamos otros 12 mil millones de dólares… vamos por un cambio”, afirmó el funcionario.
Torruco Márques dijo que los recursos del Consejo, 8 mil millones de pesos al año (420 millones de dólares), se destinarán al proyecto del Tren Maya. La promoción turística se trasladó a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Los gobiernos de Peña Nieto y Felipe Calderón Hinojosa justificaron el despilfarro argumentando que una parte de los fondos se usaba para comprar tiempo al aire en cadenas televisivas para la transmisión de publicidad turística en Estados Unidos y otros países. Es decir, los montos estipulados no representan la captación neta de las publicarrelacionistas. Sea como fuese, el gasto fue considerado innecesario por el Gobierno que encabeza López Obrador.
Si bien se sabía del contrato con MSLGroup, se desconocía su costo para el erario nacional. MSLGroup no transparentó el convenio ante el Departamento de Justicia, como está obligada por Ley, hasta el 3 de noviembre pasado; es decir, cuando estaba a punto de vencer y en la víspera del cambio de la Presidencia en México.
El primer contrato con MSLGroup se dio bajo la administración de Claudia Ruiz Massieu, quien fue Secretaria de Turismo de 2012 a 2015. En 2013, MSLGroup, que representa en México Josh Shapiro, sustituyó a Ogilvy Public Relations, la empresa que monopolizó esos servicios bajo el Gobierno de Calderón.
Calderón Hinojosa también derramó recursos en el último año del sexenio cuando la violencia desenfrenada en zonas del país empezaba a inquietar al turismo extranjero. En 2011, el Consejo firmó dos contratos con Ogilivy por 61.2 millones de dólares para “promover y posicionar” México/Marca País y por 13.2 millones de dólares, para “ayudar a promover a México como socio empresarial global y destino turístico inigualable”. Total: alrededor de 75 millones de dólares.
El servicio de las publicarrelacionistas consistía en usar el marketing para retratar un país idílico, con playas maravillosas, gastronomía y museos de primer mundo. El objetivo era cambiar artificialmente la percepción de México como país violento y corrupto.
ENTRE LOS TOP 10
Ante el aumento de la violencia, la violación de los derechos humanos, las desapariciones forzadas, la corrupción y la impunidad, el Departamento de Estado se vio obligado a endurecer sus alertas de viajes para estadounidenses y personal diplomático. Más de dos tercios del territorio nacional fueron catalogados de peligrosos o de riesgo para mediados de 2017.
Consecuentemente, el gasto en promoción de imagen pasó de 10.4 millones de dólares en el primer año de Peña a 95 millones de dólares en un sólo contrato, el de MSLGroup, en el último, según registros del Departamento de Justicia.
En 2013, México ocupó el quinto lugar entre los 10 países del mundo que más gastaron en la compra de influencias e imagen en Estados Unidos, de acuerdo a la Sunlight Foundation, grupo no gubernamental que promueve la transparencia. México fue el único país latinoamericano entre los top 10.
El peñismo justificó el derroche argumentando que el turismo era la segunda fuente de divisas del país. “A pesar de todo lo que se dijo del boom del turismo en la administración peñista, en el 2018 las remesas siguieron siendo el rey como la principal fuente de divisas para México al representar poco más de 6 por ciento de los ingresos totales del exterior, seguidos por el petróleo crudo con poco más de 5 por ciento y en tercer lugar el turismo con poco más de 4 por ciento”, me dijo Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody’s Analytics.
Torruco también desinfló los sueños de potencia turística del peñismo. “Quitemos el velo, estamos en el lugar número 15 en captación de divisas por turismo y quizá hasta nos desplazamos al 16 al final de este año [2018], no nos metamos en la cabeza que somos la sexta maravilla”, destacó.
JAMES BOND, AL RESCATE
En 2015, Ruiz Massieu, actual Senadora del PRI, aprovechó el rodaje de Spectre–el filme de James Bond–en el centro histórico de la capital mexicana para elevar el perfil de México. De acuerdo a comunicados de Sony Entertainment, filtrados a los medios por hackers presuntamente norcoreanos, “burócratas mexicanos” ofrecieron pagar a Sony, los estudios Metro Goldwyn-Mayer y EON Productions–productores de Spectre–a cambio de modificaciones en el guión que proyectara una imagen positiva de México.
De acuerdo con un documento interno, los productores del rodaje del Agente 007 recibirían 14 millones de dólares a cambio de los siguientes ajustes en el guión: que la escena de entrada fueran las festividades del Día de Muertos; que una de las chicas Bond fuera mexicana; que la policía mexicana no fuera identificada como tal; que el asesinado no fuera el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México sino un diplomático y que se incluyera una vista panorámicas del skyline de la capital mexicana desde el helicóptero en el que Bond salió volando de México. Todas las escenas están en el filme. Los productores negaron que se les pagó para ajustar el guión, pero no negaron haber recibido “incentivos” del sector privado mexicano.
Documento interno de la producción de la película “Spectre”, filmado en la Ciudad de México, donde se consignan los acuerdos con las autoridades mexicanas. Imagen: SinEmbargo
Ruiz Massieu desmintió que el Gobierno federal hubiera “interferido” en el guión, pero admitió que se prestó asistencia económica a los productores de Spectre. Dijo que dicha aportación vino del Consejo de Promoción Turística. No ofreció montos.
MILLONES EN STAR POWER
En los tres años al frente de la Sectur, Ruiz Massieu también compró el star power de famosos actores. En 2014, el Consejo de Promoción Turística patrocinó a Kevin Spacey, el protagonista de la exitosa serie House of Cards de Netflix, que a la sazón estaba en la cima del estrellato [hoy enfrenta acusaciones de molestar sexualmente a un jovencito]. Spacey viajó a México para dar un discurso en el Tianguis Turístico en Cancún, reunirse con Peña Nieto y tomarse selfies con el Presidente que el actor tuiteó a sus millones de seguidores.
Spacey fue representado por Leisure Opportunities, empresa de la industria del espectáculo a la que el Consejo pagó 500 mil dólares por el viaje y 500 mil más si la visita lograba impactar 5 millones de personas, de acuerdo al contrato obtenido mediante la Ley Federal de Transparencia de México. El convenio no especifica la suma de los honorarios a Spacey.
La Sectur declinó revelar el monto, pero Rodolfo López Negrete Coppel, entonces titular del Consejo de Promoción Turística, me dijo que el presupuesto para el evento era de alrededor de 3.5 millones de dólares y que algunos de los gastos fueron “autofinanciados” a través de publicidad y venta de boletos. “La participación de Kevin Spacey se dio en ese contexto”, sostuvo.
Spacey no fue el primer famoso de Hollywood en visitar México para efectos de promoción turística. Según un ex funcionario consultado, en el sexenio de Calderón, la Sectur, a través del “Programa de Celebridades”, invitó a Jennifer Aniston, Jennifer López y Sylvester Stallone. “La idea era mostrarles lo bello y seguro que es México para que regresaran a Estados Unidos y corrieran la voz”, señaló el ex funcionario que pidió el anonimato.
En la conferencia de prensa del mes pasado para anunciar la liquidación del Consejo, Miguel Torruco explicó que la decisión, tomada como parte del proyecto de austeridad del gobierno federal, no significa que la imagen del país vaya a dejarse de publicitar en el mundo. Significa, en cambio, que se acabó el gasto en practicas de cuestionada utilidad. Los millones que se destinaron en el gobierno de Peña para la promoción turística dieron “resultados mediocres”, expuso Torruco.
Twitter: @DoliaEstevez