El último sexenio del PRI sigue mostrando grandes irregularidades. El gobierno de Enrique Peña Nieto no sale limpio después de miles de auditorías que se realizan actualmente para saber cómo y a dónde se dirigieron los recursos para las secretarías e institutos del país. El último dato lo deja bien claro: faltan 544,000 millones de pesos que tenían como destino obras de alto impacto en México.
Enrique Peña se encuentra hoy en Estados Unidos, reuniendo la mayor cantidad de expertos para atender su caso. Y es que las autoridades mexicanas han avanzado en su lucha anticorrupción y todas las flechas apuntan directamente al mexiquense. Emilio Lozoya ya está detenido y su abogado asegura que el expresidente está totalmente involucrado en los saqueos y sobornos que se recibieron en el sexenio anterior.
Con esto, las irregularidades en contra del gobierno peñista se acumulan en prácticamente cada secretaría auditada. Desde la estafa maestra, los delfalcos a Pemex, el derroche de recursos en viajes y comida, los sobornos millonarios de Odebrecht, los desvíos desde hacienda hasta campañas estatales del PRI, todos tienen en común a Peña Nieto como participante, orquestador o al menos como elemento al tanto de los casos de corrupción.
El priista se niega a regresar a México, consiente de que la justicia local está avanzando. Y es que a pesar de la negativa de López Obrador de investigar a expresidentes, la evidencia de la fiscalía mexicana y la presión social tienen mucho más peso. Respecto a los casi 30 millones de dólares con irregularidades en su sexenio, se sabe que la mayoría de contratos dudosos fueron entregados directamente, con sobrecostos y sin entregar resultados favorables.
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