El asesinato de periodistas en México rebasó no solo a las autoridades que deben garantizar el Estado de Derecho, sino hasta la capacidad de indignación de la sociedad. El crimen organizado cuenta en los hechos con la complicidad del Estado, pues predomina la impunidad.
No están, ni se ve que vayan a estar en la cárcel, los asesinos de los periodistas. Sólo en este 2017 siete comunicadores han sido asesinados.
Impunidad es darle permiso a los criminales para que atenten contra la Libertad de Expresión de los comunicadores y contra el Derecho a la Información de la sociedad.
Con cada periodista caído, la sociedad pierde porciones de libertad y democracia.
México está de luto y muy alarmado, pues si la delincuencia y sus aliados en los gobiernos logran acabar con la prensa libre, esa oscuridad pondría fin a las esperanzas de una sociedad informada, con conciencia política y quedaría una ciudadanía sin información, ni elementos para tomar sus decisiones. Además de quedar plenamente en manos de la delincuencia organizada.
Hoy los periodistas de Oaxaca protestamos, consternados pero firmes, por el asesinato de nuestro compañero Javier Valdez Cárdenas, fundador del Semanario Ríodoce y corresponsal del diario La Jornada, quien fue acribillado en su natal Culiacán, Sinaloa.
Javier Valdez, periodista y escritor, cumplía una función enorme al no rehuir ningún tema, bajo su lema de “Creo que no son tiempos de guardar silencio, son tiempos de gritar, y si no lo hacemos nosotros, nadie lo va hacer”. Finalmente cayó abatido por 12 impactos de bala.
Javier Valdez, escribió: “Hacer periodismo es caminar por una invisible línea marcada por los malos que están en el narcotráfico y en el gobierno. Uno debe cuidarse de todo y de todos”.
Este asesinato se suma a la fatídica lista de siete caídos en lo que va del año: Héctor Rodríguez Córdova, del Semanario El Costeño de Autlán de Navarro, Jalisco; Cecilio Pineda, en Guerrero; Ricardo Monlui, Veracruz; Miroslava Breach, Chihuahua; Maximino Rodríguez, la Paz, BC; y Filiberto Álvarez, Morelos.
Desde Oaxaca exigimos alto a esta masacre contra los periodistas; investigación a fondo y castigo inmediato a los asesinos; fin a la impunidad que alienta estos crímenes.
Eso debe acabar. ¡Ya basta!
ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS DE OAXACA, A.C. (APO), PERIODISTAS, EDITORES Y REDACTORES DE LA COSTA, A.C., APO-COSTA, UNIÓN DE PERIODISTAS DE INFORMACIÓN DEPORTIVA DE OAXACA (UPI), PERIODISTAS DE LA CAÑADA, UNION DE PERIODISTAS INDEPENDIENTES DEL ISTMO Y UNIÓN DE VOCEADORES DEL ESTADO DE OAXACA, A.C.