* Este viernes, el peso mexicano se colocó como la segunda moneda con el peor desempeño de una muestra de 31 divisas de las más importantes seguidas por Bloomberg. El primero y el tercer lugar fueron para el rand sudafricano y el dólar canadiense. El balance semanal para el peso fue negativo, al acumular una depreciación de 0.38 por ciento.
El Banco de México reportó que el dólar spot cerró este viernes en 19.0130 unidades, mientras que en ventanillas bancarias finalizó hasta en 19.47 pesos, 22 centavos más que al cierre de la sesión anterior.
Ciudad de México, (SinEmbargo).– En la última jornada de la semana, la moneda mexicana retrocedió 0.81 por ciento frente al dólar, situación que la colocó como la segunda con el peor desempeño en el mundo.
El Banco de México (Banxico) reportó que el dólar spot cerró este viernes en 19.0130 unidades, mientras que en ventanillas bancarias finalizó hasta en 19.47 pesos, 22 centavos más que al cierre de la sesión anterior.
Este viernes, el peso mexicano se colocó como la segunda moneda con el peor desempeño de una muestra de 31 divisas de las más importantes seguidas por Bloomberg.
El primero y el tercer lugar fueron para el rand sudafricano y el dólar canadiense.
El balance semanal para el peso fue negativo, al acumular una depreciación de 0.38 por ciento.
El dólar se ve apoyado por noticias vinculadas a las negociaciones para el presupuesto de 2018 del Senado de los Estados Unidos que podrían derivar en la aprobación de la Reforma Fiscal de Trump.
La votación del anteproyecto de presupuesto para 2018 estuvo acompañada por la herramienta administrativa conocida como “reconciliación”, que permitiría que la reforma fiscal sea votada por mayoría simple, es decir 51 de los 60 votos necesarios.
“Se espera que el impacto de la reforma tributaria sobre Estados Unidos sería un incremento en la competitividad en la productividad y en la inversión, lo cual en teoría también empujaría hacia arriba el crecimiento económico y el rendimiento en los mercados de capitales estadounidenses. Por el contrario, para México podría disminuir de manera relativa la competitividad de las empresas establecidas en el país, disminuyendo la expectativa de nuevas inversiones provenientes del exterior”, señaló Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco BASE.
EL TLCAN, OTRO FACTOR NEGATIVO PARA EL PESO
La posible cancelación del TLCAN conduciría a la pérdida de casi un millón de empleos en México y la caída de la producción en áreas de alta integración con Estados Unidos como textiles y automotriz, concluyó uno de los primeros estudios detallados sobre el tema realizado por ImpactECON, una consultora económica con sede en Colorado.
El estudio “Revocando el TLC: Perspectiva de cadena de suministro” estimó que la cancelación costaría a México 951 mil empleos, mientras que recortaría 256 mil empleos estadounidenses y 125 mil empleos canadienses.
“Para Canadá y México, la producción disminuye en varios sectores clave debido a una revocación del TLCAN, particularmente en aquellos sectores donde la producción está altamente integrada a Estados Unidos”, aseguró ImpactECON.
El reporte incluye los efectos de la aplicación por parte de los tres países de aranceles bajo los niveles de Nación Más Favorecida de la Organización Mundial del Comercio y únicamente considera los efectos en los empleos sólo en las áreas de baja especialización.
“En Canadá serían los productos químicos, los metales y los vehículos automotores y en México serían en los textiles, la industria de vestido, los electrónicos, la maquinaria y los vehículos automotores”, destacó el estudio.
Por ejemplo, desde la zona de TLCAN las exportaciones de México caerían 9.80 por ciento, las importaciones 25.05 por ciento, las inversiones 3.29 por ciento, se perderían 951 mil empleos y el índice de precios al consumidor sería de -0.55 por ciento.
Las conversaciones para reescribir el pacto continúan con nuevas rondas programadas hasta fin de año, pero la cuarta ronda, que inició el pasado 11 de octubre, ha resultado polémica luego de que Estados Unidos condicionó su cancelación en cinco años si los socios no aceptan sus condiciones.