Tuxtepec.- Pescadores del río Obispo así como los de Paso de las Llegues, afluentes que pasan por Loma Bonita, lugar de la Cuenca Baja del país, han comenzado a vivir el infierno de la presencia del “Pez Diablo” en esta zona del sureste del país que afecta gravemente su pesca.
Fue en Michoacán, específicamente en aguas de la presa El Infiernillo, uno de los primeros sitios donde se detectó la presencia del “pez diablo” en México, y aunque en nuestro país las razones sobran para haberlo nombrado así, en Sudamérica, de donde es originario, se le conoce como Pleco.
Este “pez diablo” se ha convertido en una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos del sureste mexicano desde el 2003, cuando fue detectado, reconocen especialista de la escuela de Biología de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) mismos que señalan dicho animal es sumamente celoso del lugar donde habita ello aunado a que busca su alimento en el lecho de ríos y lagos, y con frecuencia consume también los huevecillos de otros peces, como bagres y tilapias.
Este último es el problema que ha incrementado en los ríos de la Cuenca Baja, y por el que pescadores y consumidores de peces de la zona, demandan ayuda urgente para frenar el consumo de huevesillos de otras especies que viven en la zona por la invasión del “pez diablo”.
Este animal afecta también a los pescadores con sus redes, pues sus gruesas espinas en aletas y el lomo, daña las redes de los pescadores. Por eso le llamaron Pez Diablo.
Y es que desde su descubrimiento en aguas mexicanas, expertos ya advertían sobre la problemática que se avecinaba al no tener, este pez, diversos depredadores, ya que el cocodrilo, su depredador natural, sólo habita en algunas regiones del país y tampoco está presente en gran número, en el consumo humano.