*Le dicen Pez Diablo porque se apoderó del ecosistema de la presa El Infiernillo, en Michoacán, donde vive sin problemas. Es uno de los primeros sitios donde se le detectó en México.
* El Plecostomus es una especie con alto valor nutritivo, y su carne tiene muy buen sabor, explica Ernesto Velázquez. Pero al menos en México, su aspecto le ha permitido escapar de las cocinas
Redacción El Piñero
Loma Bonita, Oaxaca.- En una plaga, es en lo que se ha convertido el pez conocido como ‘diablo’, en los diferentes cuerpos de agua dulce de nuestro municipio.
En un recorrido por un fragmento de la laguna Cujuliapan, a metros de la vía del ferrocarril se encontraron al menos un centenar de estos animales, en medio de plantas acuáticas, que han sido sacados por los pescadores.
En este medio de la información hemos informado sobre el hallazgo de uno o dos peces, sin embargo, al parecer se han reproducido de manera incontrolada por lo que hoy representan un peligro para la fauna acuática y en consecuencia para los pescadores del municipio.
Los pescadores, en un intento, desesperado de acabar con ellos y cuidar a las otras especies de peces y mojarras, los sacan pero al parecer siguen en las aguas, como los depredadores que son, acabando con las huevas, y es por eso que cada día hay menos pescado.
En 2011 la BBC en un reportaje informó lo siguiente, algo que hoy, sigue siendo una realidad
“este pez, cuyo nombre científico es Hypostomus Plecostomus, se ha convertido en una seria amenaza para los ecosistemas acuáticos del sureste mexicano, según reconocen especialistas y autoridades.
En ríos, lagos y presas del país el Pez Diablo se comporta como tal: como no tiene depredadores naturales ha desplazado a especies nativas, lo que representa un serio riesgo no sólo para la ecología sino para la sobrevivencia de miles de pescadores, insiste Velázquez.
La especie suele alimentarse de algas y desechos de comida, por lo cual muchos le llaman “limpiapeceras”. El problema es que, al crecer, muchas personas les abandonan en ríos o lagos y eso causa su diseminación.
Además, busca su alimento en el lecho de ríos y lagos, y con frecuencia consume también los huevecillos de otros peces, como bagres y tilapias. Así, en poco tiempo, sólo las crías del Plecostomus sobreviven.
Un factor adicional es que su depredador natural, el cocodrilo, sólo habita en algunas regiones del país.
Y el ser humano, su principal enemigo, también está ausente: el Pez Diablo no está en la dieta de los mexicanos, como sí ocurre en Sudamérica.
El Plecostomus es una especie con alto valor nutritivo, y su carne tiene muy buen sabor, explica Ernesto Velázquez. Pero al menos en México, su aspecto le ha permitido escapar de las cocinas.
Suele ser de color marrón oscuro y algunos ejemplares desarrollan manchas. Las escamas son duras y al contraerse forman un fuerte escudo protector.
Además tiene gruesas espinas en aletas y el lomo, lo que frecuentemente daña las redes de los pescadores. Por eso le llamaron Pez Diablo.”