Redacción El Piñero | Corresponsalía
La actual “suspirante” a una candidatura al Senado de la República por Morena, Laura Estrada Mauro, tiene un negro historial de corrupción, tráfico de influencias y nepotismo dentro de la función pública, primero en el Congreso de Oaxaca y después en la administración del Gobernador Salomón Jara Cruz.
Fungió dos veces consecutivas como Diputada Local de Morena por el distrito de Tuxtepec, a su paso por la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), tráfico influencias para beneficiar a su sobrina Irma Morales Mauro, como directora dentro de Estudios Sociales y de Opinión Pública del Congreso de Oaxaca.
Aunque fue descarado el nepotismo, los órganos de control interno del Congreso y la propia Fiscalía Anticorrupción hicieron caso omiso dejando en la impunidad a Laura Estrada, sin investigarla y sancionarla ejemplarmente por estos hechos.
Después del Congreso Local, Jara Cruz, la nombró titular de la Secretaria de Bienestar de Oaxaca, donde volvió a poner en práctica sus malas prácticas al darle un puesto a su sobrina Mitzy Mauro Ortega en la secretaría a su cargo, no conforme con ello, también colocó a la pareja sentimental de su sobrina, Manuel Filemón Hernández Saavedra, en puesto de director sin tener experiencia en el tema.
Nepotismo, tráfico de influencias y corrupción, es el negro historial y sello de Laura Estrada Mauro, que no dudo en abandonar su puesto en el gabinete principal de Jara para ir a buscar la candidatura de Morena al Senado de la República por Oaxaca.
Con esta acción, Laura Estrada Mauro, confirma que no tiene vocación de servir al pueblo, no le interesan “primero los pobres”, ve primero por su ambiciones personales de seguir escalando en el poder público.