EL PIÑERO
Loma Bonita, Oaxaca.- Y la máxima fiesta de nuestro pueblo trascurre normal, sin contratiempos, ah y sin nada que llame la atención u ofrezca novedades a un público que se va acostumbrando a la ordinaria planificación de una fiesta común.
Para un gobierno democrático, por ejemplo del PRD, ¿Qué democracia existe cuando el evento más importante -que es la coronación de la Reina de la
Feria de la Piña- es privatizado? usted, lector-elector, tiene la respuesta.
Digamos que un campesino piñero quiso asistir, pero 200 pesos le truncaron su oportunidad. Y es que para que un piñero logre recabar esa cantidad, tiene que, o dejar de comer un día entero o no comprar la despensa, pues su sueldo, la raya, no alcanza para cubrir la distracción, esa que se ansía al calor del sol y ríspidas piñas durante la recolección.
Por ello la asistencia a la privatizada coronación es un lujo en la gran mayoría de la población, cuya amenaza real es perseguida por la pobreza y marginación, esas que los gobiernos “democráticos” con el de Nahim dicen combatir.
El único que parece disfrutar, en la plenitud del “pinche poder”, como decía Fidel Herrera, exgóber de Veracruz, es el mismo Nahim Morales, quien solo se ha conducido como mero espectador de una fiesta que, hasta el momento, no ha mencionado cuánto le costará al pueblo.
PARENTESIS
A un día de que iniciara la Feria de la Piña, El Piñero de la Cuenca publicó que ningún juguero, de los veteranos que existen en la ciudad, había sido convocado para engalanar el recinto ferial. Y si, a ni uno solo se convocó.
Prueba de lo anterior es la entrevista que se le realizó al director de comercio, quien sostuvo que no hubo invitación directa, personal. No obstante se excusó diciendo que cinco jugueros solicitaron el espacio en la feria y se les dio, de forma gratuita y con espacios acondicionados.
Por ello, no hubo convocatoria. Al fin, según los que saben, hubo padrinazgo.
¿ALGUIEN SE ACORDÓ DE FELIPE?
En los eventos que se han realizado en el marco de la Feria, Felipe Reyes, diputado federal y referencia política del municipio, no apareció.
Su estado de salud, informa su familia, continúa delicado. Quienes lo han visitado, con moderación y con la seriedad que el caso apremia, precisan que su físico ha cambiado notablemente a tal grado de no reconocerlo. “Está demasiado delgado”, es la primera impresión que dan cuando se pregunta de su condición.
Y bien, a sabiendas de la figura que representa para el PRD y el gobierno amarillo, nadie, ninguno, es más, ni el presidente se han acordado de que existe, a pesar de que etiquetó dos millones de pesos para los eventos de la máxima celebración.
Y es que ni en la inauguración de la Feria, ni en la Expo Ganadera y mucho menos en la coronación, se agradeció su aportación. Su nombre pasó desapercibido. Y hasta el momento, en lo que va de la Feria, ningún comunicado ha hecho referencia de él.
Esto, sin duda, deja mucho de qué hablar, máxime de Nahim Morales quien ante el pueblo se ha olvidado de su patrón.
Ya lo sabe lector, el estado de salud de Felipe Reyes importa porque es el que jalaba los hilos, dirigía al títere.
NOTA. Revelar cuánto sucede en lo privado, cuando tiene repersecuciones en el colectivo, no solo es necesario sino también es un deber. ¿O a caso, si nos referimos a la salud, no es mejor prevenir que lamentar?