- Hermanas Zarraluqui
Luis Velázquez/Parte Una/ Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: Hay dos pintoras en Veracruz…
Son hermanas…
Irune y Mayalen Zarraluqui…
Una vez más interrumpieron en el escenario local con un calendario y en cada mes una de sus obras creativas…
La imaginación en su más alta dimensión, con gran sentido artístico…
Si un cronista y un escritor han de sorprender, alucinar, impactar, avasallar al lector, también, un pintor…
Y las hermanas asombran…
A veces, claro, en la pintura de un mes de los doce del año entrante, uno queda atónito (y que es la esencia del arte) para tratar de aplicar los dos verbos más fascinantes del idioma como son entender y comprender…
Por más y más vueltas que se le tuerce a la imaginación, uno queda en trance esotérico, descifrando el significado y el sentido de la obra pictórica…
Pero, bueno, la vida, dicen quienes han vivido, es así, y como exclama un personaje novelístico de Carlos Fuentes, “¡qué le vamos a hacer!”…
ROMPEOLAS: El mes de enero 2019 comienza con una niña de pelo largo y ensortijado en las puntas tomando la luna con las manos, como el flechador que todos los días disparaba a la luna, consciente de que nunca llegaría, pero al mismo tiempo, seguro de que con el intento llegaría más lejos que todos… Y que, bueno, la analogía o la parábola reproduce, una vez más, la vida misma… La niña está de espaldas al lector, pero de frente al cielo, el firmamento, el espacio lleno, como siempre, de misterio… Ella tiene los pies descalzos y, parece, sobre una estrella, y a lo lejos, las estrellas titilando, el otro mundo que vigila diría Jaime Maussan, doctorado en seres extraterrestres… Buen comienzo enero, por lo simbólico y significativo… Y es que como dice el vecino, todos venimos al mundo para ser felices, pero de igual manera, para luchar y luchar y seguir luchando… Mejor dicho, y en la pintura de las Zarraluqui, para soñar que soñar, diría Calderón de la Barca, nada cuesta…
ASTILLEROS: Luego de la cuesta de enero, febrero está representado por un perrito que casi de pie, las manitas en el aire, olfatea, parece, un par de flores, o frutas, desprendidas de un ramo…Los ojos del animalito están llenos de curiosidad, como los ojos de “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway que todo en su cuerpo era viejo, viejas las arrugas, vieja la piel, vieja la forma de caminar, menos sus ojos, tan llenos de vida como en la infancia… Pero más aún, con la curiosidad en cada nuevo amanecer para explicarse el sentido de las horas… Dato interesante: el perrito está armado con pedacitos de madera, de uno en uno, acomodando las partes en el lugar exacto y que, digamos, constituye otro significado… Significado significante diría Octavio Paz, pues, en todo caso, nunca será lo mismo la realidad del lenguaje que el lenguaje de la realidad… Alrededor del perrito, el espacio en blanco, digamos, la libertad total y absoluta para actuar… El perrito tiene la mano doblada en vez, digamos, de mostrar el puño, siempre, en pie de guerra…
ARRECIFES: Marzo es la conquista del espacio, igual, digamos, que el mes de enero… El espacio como búsqueda inacabable en las hermanas pintoras… El cosmos… En el caso, con un cohete lanzado al sistema solar, quizá la vieja competencia de Estados Unidos, Rusia y Corea… Acaso, el cielo como un misterio bíblico, como cuando en la infancia los padres decían a los hijos que allá, en lo más alto, vivía Dios… El mes de abril, sin embargo, aterriza en la tierra… La madre tierra que habla, dirían los indígenas cuando purificaron con incienso a AMLO… Primero, los troncos de dos árboles, árboles secos, sólo con uno que otro tronco emergiendo a la superficie como en el paisaje narrativo de Juan Rulfo en “El llano en llamas”… Incluso, en Pedro Páramo, donde los muertos viven y hablan y hacen travesuras… En el caso, un par de ratoncitos platicando de árbol a árbol, contentos de estar juntos, felices en su mundo animal… Un ratoncito mirando con sorpresa al otro, y el otro, mirando con nostalgia a su compañero… Se ignora si serán hembra y macho, pero se entienden…
PLAZOLETA: El mes de mayo es un misterio… La mujer dormida (otra vez como con la niña que toca la luna con la cabellera larga, larga, larga, digamos, como la heroína del Gabo que tenía una cabellera de cien metros de largo) refundida entre las raíces de un árbol, quizá un ahuehuete donde, cuentan, Hernán Cortés lloró su derrota ante los guerreros aztecas… La mujer está vestida de blanco, los pies descalzos, durmiendo, quizá reposando, a la espera, como Juan Rulfo pinta a las mujeres indígenas, llenas de paciencia, mesura y prudencia, inteligencia viva… El tronco y las raíces del árbol están, parece, secas, a menos que sea su naturaleza… Pero secas, y secas constituye un idioma, un lenguaje, una realidad… Y en contraparte, alrededor, la vida, árboles floreciendo cerca y a lo lejos… El día y la noche, entonces, el cielo y el infierno acaso, lo bueno y lo malo quizá, considerando, digamos, y salvo la mejor opinión, que la vida es de contrastes y de pasiones, más que revolcadas, encontradas… En todo caso, simbolismos que de símbolos está construida la vida…
PALMERAS: Junio es “Alicia en el país de las maravillas”… La página abierta de un libro donde Alicia está sentada a la orilla, digamos, de una ventana, acompañada de un conejito blanco… De la página de enfrente asoma la cara y la extremidad superior de una viborita recién nacida, antes de mudar en nauyaca, por ejemplo… Cuadro dantesco: de las páginas del libro asoman la vida y la muerte… Unas raíces casi secas, desperdigadas, cada uno por su lado y camino… Y al mismo tiempo, unas flores llenas de alegría… En tanto, la felicidad pende de un árbol, donde hay flores, mariposas y un ratoncito mirando un reloj marcando veinte minutos para las ocho de la mañana o de la noche, sabrá la pintora… Y del árbol emerge la cara de un hombre mayor de edad, calvo, parece con un chonguito como si fuera viejo ruco… La vida, entonces, con todas las emociones… El tiempo de las vacas flacas y gordas, el tiempo del bien y del mal, la fortuna y el infortunio, la ventura y la desventura… Una pintura polisémica para dar vuelo a la imaginación tan asombrosa en las hermanas Zarraluqui, vocaciones y talentos trascendidos…