Luis Velázquez/Y Parte Dos/ Malecón del Paseo
Veracruz.- EMBARCADERO: En el mundo pictórico de las hermanas Zarraluqui, Irune y Mayalen, en su calendario, el mes de julio es la mujer sin rostro… La chica está de espaldas… Como dicen los arquitectos, solo se mira y admira la contrafachada… Llama la atención el vestido corto, cortito, arriba de las rodillas más de quince centímetros como se estilaba en el siglo pasado, en el tiempo del rock , Los Beatles, los Rolling Stones, Avándaro y la onda… Además, el vestido es sin mangas ni manguitas, y sin brassier… Apenas, una bolsa colgando… El pelo, enmañarado en la cabeza en un chongo que terminar en circular en la parte alta… Chica de pies delgados y largos, como “Popotitos, eres un primor”… Ella está plantada de frente a una especie de túnel negro y sombrío, se duda si sopesando el paso siguiente… En el lado izquierdo su silueta se proyecta sobre un espejo como el espejo que tanto asombrara a los villistas y zapatistas cuando se adueñaron de una hacienda y por vez primera, perplejos, se miraran descubriéndose… Sabrán las pintoras el sentido, pero la mujer sin rostro es como la mujer enmascarada, sin identidad…
ROMPEOLAS: El mes de agosto regresa a la vida animal… Parece una conejita (¿será quizá una ratita?) con su vestido rojo, las manos en alto tocando, digamos, los tambores de guerra, las orejas alertas como el viejo topo de Carlos Marx, una hélice, una brújula, y una vez más, los ojos a la defensiva y la contraofensiva… Apenas un puntito negro y otro blanco en la mirada, pero suficientes para exhibir el mundo vivido… Curioso, indicativo: en 6 meses del año 2019 la figura de un animalito domina y predomina, y en los otros meses, la figura humana, el vaso comunicante, digamos, entre la vida según Charles Darwin de que el ser humano desciende del hombre y la vida según la filosofía católica de que Dios creó al hombre y de una costilla a la mujer…
ASTILLEROS: Septiembre es, ya se sabe, el mes patrio… Pero, pero en la concepción pictórica de las hermanas Zarraluqui pareciera, sin embargo, la muerte… Sobre una cruz, la cruz imperial y faraónica que acaso habría significado Maximiliano de Habsburgo, una águila en nada parecida a el águila del escudo nacional… Mejor dicho, una aguilita recién nacida picoteando a una víbora y plantada sobre una coronal, cierto, imperial… Pero a los pies de la cruz un montón de cráneos humanos con una mujer indígena abrazada a la cruz, quizá, llorando… Se ignora si, acaso, sería el mundo sórdido y siniestro de un Veracruz con tantos secuestrados, desaparecidos, asesinatos, feminicidios, infanticidios y fosas clandestinas, con su postre de impunidad en la procuración de justicia… Pero, pero resulta que en el fondo de la pintura se levantan relieves de montañas, colinas y praderas y lo mismo puede tratarse del Pico de Orizaba o la montaña de Chicontepec que de la gran Tenochtitlán… Octubre es icónico, simbólico, anticipando, con su Rico Mc Pato, empuñando “la espada en prenda”… Y el escudo de armas… Y con la escafandra en señal de pelea y combate…
Y de trasfondo, la figura roja de un toro bufando, mejor dicho, un dinosaurio, quizá hasta la figura de Satán…
ARRECIFES: El mes de noviembre es Veracruz, quizá, si se considera que uno de los cuatro pescadores en una lancha en altamar usa un sombrero jarocho de ala corta, aun cuando está vestido como un ciudadano urbano… Lo acompaña otro hombre y, parece, dos mujeres… Los cuatro, de espaldas al lector, ocupados en la chamba de cada nuevo amanecer, digamos, en el Golfo de México… El azul del mar es demasiado azulado, entre azul oscuro y negro, aun cuando a lo lejos se anuncia la salida del solecito… Pero en el juego de colores, y sin embargo, el mar y el cielo, domina y predomina la oscuridad… Quizá porque es madrugada, pero si Veracruz es vida, sol, alegría, bamba, querreque, “un poquito de gracia y otra cosita”, entonces, noviembre debió ser el festín, el canto a la vida… Cierto, el mar está pintado de oscuridad y el cielo de brillantez azul… Entonces, y como decía Ernest Heminwgay, los seres humanos han de levantar la mirada para ver el cielo y que de igual modo que la tierra constituye un misterio…
PLAZOLETA: Diciembre es casi Frida Kahlo… Por ejemplo, una mujer con los ojos azules en un país y un Veracruz con mujeres de ojos grandes pero negros o café, la cara redonda y los labios carnosos (quizá por la pintura labial) sostiene sobre la cabeza un pulpo y dos de sus tentáculos resbalan sobre su cabeza como si fueran trenzas largas… El pulpo está atravesado y mira angustiado al vacío… ¿Qué significan los pulpos según la mitología o la cultura bíblica o la cultura marina?… ¿Qué significado hay en los tentáculos aprisionando la cabeza y la cabellera de la mujer de los ojos grandes azules, morena morenita, trigueñita?… ¿Qué significado hay en el par de peces (uno amarillento, otro gris, plomo) robaleando en el fondo del océano, del mar, del Golfo de México, mirando para adelante, sin detenerse en el pulpo ni en la mujer?… ¿Qué significan el mar con aguas entre verde oscuro y verde claro?… En la interpretación subjetiva, la objetividad personal se estrella, manifiesta, claro, la incapacidad pictórica para descifrar, digamos, la acuarela… Pintura en movimiento, continente que arde, tiempo del sol y de la vida y de los cuerpos celestes…
PALMERAS: En todo caso, se trata de un fascinante viaje anual por la imaginación donde el título de cada obra pictórica es una brújula para entender y comprender… Y más, porque en el mismo calendario las hermanas pintoras anexan las fotografías de siete obras más… El escribidor es un analfabeta pictórico y solo ha descrito, aprox., cada mes, cuando quizá valdría explorar la escuela, doctrina, tendencia, ideología, corriente alterna a la que pertenecen, y/o en todo caso, significan una expresión independiente y autónoma… Lo importante es, sería, que el arte llegara a la población, más allá de a las elites, incluso, más allá de las simples paredes del IVEC, como suele estilarse, pues aun cuando el millón de indígenas y los dos millones de campesinos y los tres millones de obreros tendríamos dificultades gigantescas para comprenderlo, una obra pictórica es la creación artística, digamos, como la belleza de un amanecer, la caída de la tarde sobre el Golfo de México, una rosa en el jardín, la sonrisa de un niño, el resplandor de los ojos en la mujer amada, y ser felices, simple y llanamente, mirando y admirando…
