Luis Velázquez | Malecón del Paseo
EMBARCADERO: Plutarco Elías Calles fue el chamán político del siglo pasado… Secretario de Estado, presidente de la república, impuso a cuatro sucesores, Emilio Portes Gil, Abelardo L. Rodríguez, Pascual Ortiz Rubio y Lázaro Cárdenas del Río… Gobernador de Sonora, fundó el partido político, el PNR, abuelito del PRI, 71 años de aquella “dictadura perfecta”… Elías Calles fue el gurú porque, entre otras cualidades, digamos, era “muy intrigante, muy intrigante” como escribe Pancho Villas en sus Memorias escritas por el escritor Martín Luis Guzmán, quien era su secretario particular…
ROMPEOLAS: Profesor rural en un pueblo jodido de Sonora, donde naciera, Elías Calles también tenía una tienda de abarrotes donde, y como en todos los rincones del país, vendía de todo… Era una especie de tendajón… Incluso, vendía alcohol para embriagar a los indígenas y campesinos… Aquella jodidez tan canija lo llevó a la política… Y uno de los caminos más efectivos fue la intriga… Era de lengua fácil, liviana y casquivana y creía que la estrategia de hablar mal de los demás ante los jefes era la mejor entre las mejores…
ARRECIFES: Por ejemplo, general en la revolución tenía envidia y celos de Pancho Villa, igual que Alvaro Obregón, Venustiano Carranza y Victoriano Huerta… En Sonora, Villa tenía un amigo gobernador… Era José María Maytorena, y quien había sido un militante y feligrés de Francisco Ignacio Madero… Y Por eso mismo, Villa lo aceptaba y reconocía y apoyaba en todo y con todo… Elías Calles odiaba a Maytorena porque sentía y creía que debía ser el jefe político de Sonora… Y por eso mismo, intrigaba a Villa y Maytorena con Carranza, el jefe del Ejército Constitucionalista, un hombre fácil y dúctil para la intriga, que de igual manera tanto le gustaba y era devoto del templo sagrado de la lengua viperina…
ESCOLLERAS: Elías Calles llenaba los oídos y el corazón de Carranza diciéndole que Maytorena era un latifundista explotando a los pobres… Y pillo, ladrón y corrupto… Y aun cuando nunca aportaba pruebas, Calles insistía una y otra y otra y otra vez como suelen estilar los intrigantes profesionales… Y de tanto insistir como gota perforando la roca, Carranza lo escuchaba y creía… Pero además, como Carranza envidiaba a Villa, más, mucho más, la intriga cuajaba en el corazón del barón de Cuatro Ciénagas… Tan grandote y tan intrigante…
PLAZOLETA: Carranza ordenó destituir a Maytorena… Y Calles se lanzó en el terreno político y militar para la conspiración… Pero Villa puso un alto a Calles y a Carranza… Y les advirtió que de consumarse la fechoría renunciaría a la División del Norte, treinta mil hombres a su servicio en la revolución… Tal cual, la renuncia se consumó… Y los generales de la División del Norte
amenazaron a Carranza con su renuncia masiva… Entonces, y para negociar, acordaron la Conferencia de Torreón, donde las partes tratarían de avenirse…
PALMERAS: Hacia el final de las pláticas, Maytorena fue dejado en libertad para decidir entre el fuego amigo y enemigo y sopesar si continuaba en medio de aquel infierno o renunciaba a la gubernatura… Carranza ratificó a Villa como jefe máximo de su ejército… Y la lengua de doble, triple filo de Calles como intrigante quedó satisfecha por la presunta remoción de Maytorena… Su lengua había causado el efecto deseado… Nunca nadie en la historia tan intrigante, quizá Victoriano Huerta, como Plutarco Elías Calles… La llamada intriga palaciega…