Oaxaca, Oaxaca.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la Policía Fiscal, reabrirá las investigaciones en contra del actual diputado local Samuel Gurrión Matías, por el delito de incremento desmesurado de bienes patrimoniales y evasión de impuestos, además de no sustentar sus desproporcionados ingresos.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Relaciones Exteriores indagan los continuos viajes del hoy legislador hacia Sudamérica y sus ligas con una probable red de tratante de personas.
De acuerdo con fuentes del gobierno federal, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha detectado depósitos millonarios y compra de inmuebles, aviones y yates, a nombre de sus familiares, de su actual esposa, una sudamericana, y de su ex esposa, esta última una mujer australiana.
Cabe recordar que desde el año 2014, el SAT abrió una investigación en varios negocios de la familia Gurrión, pues pese a mantenerse la mayoría en quiebre, reportan inusuales movimientos financieros.
La familia Gurrión proviene de madre y padre de filiación evangélica, incluso el mentor fue pastor de una iglesia en su natal Juchitán de Zaragoza; el padre de los hermanos Samuel, Saúl, Daniel, Edy y David Gurrión Matías, fue relojero debido a que no tenía ingresos como ministro de la iglesia evangélica.
Criados en la medianía económica, en ocasiones con carencias, el máximo anhelo de los Gurrión fue instalar una ferretería, misma que con trabajo y esfuerzo lograron; no obstante la cercanía de Samuel con algunos políticos hace varios años, le permitió iniciar otras actividades ajenas a las empresariales.
Presuntamente presentaba a “edecanes” sudamericanas a funcionarios y políticos para buscar acercamiento, lo que le generó dividendos y amistades que al paso de los años le generaron ingresos que permitió a la familia ampliar la red de ferreterías, así como instalar un periódico, “Adiario”, que arrebató a los periodistas Guadalupe Thomas y Abundio Núñez. Posteriormente en Juchitán instaló otro periódico “El Sur”.
De la noche a la mañana, Samuel Gurrión se presentó como constructor, dueño de gasolinerías, de tiendas de materiales y más tarde de servicio de facturación falsa, mientras que su hermano David, a base de chantaje a través de periódicos, consiguió dinero de los ayuntamientos.
Daniel Gurrión, que hasta entonces se mantenía al margen, se dedicaba más a la iglesia evangélica; no obstante, orillado por su hermano Samuel, fue candidato a presidente municipal de Juchitán.
Tras ganar la alcaldía, la fortuna de la familia se incrementó, al adquirir el ayuntamiento bienes, obras y servicios a la familia Gurrión.
Mientras tanto, Samuel, derrochaba recursos en la compra de aviones, yates, casas en Huatulco, Puebla, Ciudad de México y Miami, por mencionar algunos; en la capital del país, en Polanco, instaló la sede de un servicio de “edecanes” llamado Boga Models, desde el cual ofrecía mujeres a políticos y funcionarios.
Tal fue su incalculable fortuna, precisamente obtenida por medios ilícitos, que el SAT comenzó a indagarlo.
Otra de las investigaciones en su contra es por la probable venta de vehículos robados en Puebla, que remarcaban en la distribuidora Volkswagen de la ciudad de Oaxaca y otras franquicias, en Juchitán y Salina Cruz, mismas que declaró en quiebra al verse descubierto por las autoridades.
En su periodo como diputado federal, fueron conocidas diversas denuncias por parte de presidentes municipales, a supuestamente gestionaba recursos financieros extraordinarios pero de los que después pedía “moche” y exigía que las obras las ejecutaran sus empresas constructoras.
Mientras tanto, la mayoría de su personal, incluida su jefa de prensa, Azucena Ruiz Santiago, cobran su salario en los Servicios de Salud de Oaxaca y se dedica a laborar para Gurrión Matías. Cuenta con al menos 12 “guaruras”, varios de ellos asignados por la Fiscalía General del Estado y otros que pagan ayuntamientos de la entidad.
En marzo de 2014 varios medios informativos a nivel nacional, publicaron una amplia investigación en contra de los Gurrión,como fue (http://m.reporteindigo.com/reporte/mexico/los-gurrion-bajo-sospecha), en que dio a conocer diversas irregularidades financieras.
“La Sevillana” es un supermercado de Salina Cruz, Oaxaca, que entre menos vende más ganancias tiene. Esta es una de las empresas que se dice conforman el Corporativo Gurrión, del cual David Gurrión, mantiene en sociedad.
Según fuentes oficiales, “La Sevillana” -como todos los negocios de los hermanos Gurrión- está bajo investigación por los ilícitos de evasión de impuestos y presuntamente lavado de dinero.
El Corporativo Gurrión lo mismo invierte en gasolineras, como la “Dos Océanos”, que en un supermercado, como “La Sevillana”, y en otros muchos rubros.
Lo importante es no tener parado el dinero. La filosofía del corporativo es moverlo donde haya oportunidad”, escribió el rotativo.
Su más reciente sociedad fue con Gerardo Rejón, entre otros, conocido por ser un especulador financiero y evasor de impuestos tanto del SAT como del Infonavit, del Seguro Social y del ISR y quien defraudó también al empresario Sergio Castro.
Según fuentes del gobierno federal, el fuero de diputado local que tiene Samuel Gurrión no será obstáculo para aprehenderlo, una vez que concluyan las indagatorias.