Luis Velázquez /Barandal
Veracruz.-27 de febrero de 2017 -.PASAMANOS: José Tomás Carrillo Sánchez se inscribió como precandidato del PRI a la presidencia municipal de Cosamaloapan.
Ex secretario de Desarrollo Agropecuario, ex subsecretario General de Gobierno, coordinador de asesores de Javier Duarte, el góber tuitero que a todo el gabinete legal y ampliado agarró de sorpresa con sus trastupijes, también fue Procurador Fiscal de la secretaría de Finanzas y Planeación, el mismo cargo que Miguel Ángel Yunes Linares ejerciera en el sexenio de Rafael Hernández Ochoa, 1974/1980.
Se desempeñaba como delegado del Instituto Nacional de Migración y renunció a la encomienda federal para buscar una de las satisfacciones más alta a la que puede aspirar un político como es servir a su pueblo.
La batalla electoral será difícil y ríspida, como lo son las elecciones municipales, pues se trata de la autoridad más cercana, cercanísima a la población, y en donde más importante que una guerra mundial es el bache en la calle, la escasez de agua y los mosquitos fregando la vida así como la novia que acaba de fugarse con el novio.
Pero al mismo tiempo, engrandecer el destino común, y más, cuando y como siempre los recursos oficiales son rebasados por las necesidades inmediatas.
A diferencia de muchos otros, decidió separarse del duartazgo cuando el autoritarismo alcanzó la plenitud.
Indicativo y significativo, porque en la cultura política está claro que nunca un hombre renuncia al jefe máximo, en el caso al gobernador, pues sabe que la venganza se atravesará.
Así “cruzó el pantano” y nunca se enlodó, porque le asisten una alteza de miras y una fortaleza del espíritu para mantener los principios y los valores que su padre, el reportero Tomás Carrillo, le inculcara desde la infancia, tiempo aquel, incluso, cuando el alcalde Gustavo Arróniz Zamudio lo agraviara para ver si así su padre le reducía el tono al ejercicio periodístico.
BALAUSTRADAS: En el Instituto de Migración, el cuenqueño dejó su huella.
Por ejemplo:
Durante el último año de Felipe Calderón (2012), la delegación federal en Veracruz del INAMI, reportó alrededor de 7,500 aseguramientos de migrantes en el territorio jarocho.
Y hacia el primer año de Enrique Peña Nieto, el Instituto reportó alrededor de 15 mil aseguramientos en el territorio.
Para 2014 alrededor de 15 mil, y para 2015 poco más de 35 mil, y para 2016 alrededor de 26 mil, lo que denota que en el Peñismo fue cuadruplicada la eficacia de operación del Instituto.
El INAMI en Veracruz se convirtió así en el segundo lugar en eficacia, únicamente atrás del estado de Chiapas, cuya cercana frontera y cotidiana presencia en sus calles de migrantes multiplica el pendiente.
En este periodo, la violencia contra migrantes, no tan sólo fue reducida, sino que bajó a casi cero.
Al inicio del Peñismo, por ejemplo, los reportes e información acerca de violencia, agresiones y extorsiones, entre otros fenómenos de inseguridad en contra de migrantes, herencia del Felipismo, era cotidiana.
Los medios daban cuenta a diario de algún tipo de agresión en contra de centroamericanos en tránsito en el territorio jarocho, y ahora el fenómeno es esporádico y menos agresivo.
ESCALERAS: Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de migrantes encontraron en su tiempo un espacio de comunicación y coordinación y que dejó como resultado el reconocimiento al trabajo de la delegación estatal.
Algunas de las más importantes como el grupo de Las Patronas de Amatlán de los Reyes, incluso del sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra (ambos premios nacionales de Derechos Humanos) y que expresaron el público reconocimiento al respeto de los derechos humanos de migrantes.
Los consulados de los países centroamericanos, con más presencia en el fenómeno de tránsito irregular
–Honduras, Guatemala y El Salvador– entregaron un testimonio al trabajo realizado por el Delegado de Migración.
En materia de atención en el puerto de Veracruz para los buques que transportan mercancías, en coordinación con la Administración Portuaria Integral, API, bajaron el tiempo de respuesta en la plática libre abordo –primer contacto con autoridades mexicanas, junto con las autoridades sanitarias–, contribuyendo así, y de manera estratégica a la eficacia del puerto de Veracruz.
Los tiempos de atención de ventanillas para la solución de trámites disminuyeron de manera evidente así como también la expedición de credenciales de acreditación de estancia legal en el país, cuya duración tardaba de tres a cuatro semanas, ahora se resuelve en tres o cuatro días.
Deber cumplido, pues, de Tomás Carrillo, en una tarea sin manchas que ahora sueña con fortalecer el Estado de Derecho en una región de Veracruz tan flagelada en la vida cotidiana.