Jaime GUERRERO
De acuerdo al segundo Índice Citibanamex de Inclusión Financiera 2019, Oaxaca se ubica en el fondo del indicador, como el reflejo del rezago social y económico que vive la entidad.
La inclusión financiera esta asociada también al bajo nivel de acceso por falta de infraestructura financiera; insuficiente protección al consumidor; reducido uso del sistema a causa de barreras requisitorias y la escasa educación financiera.
Juan Luis Ordaz, director de Inclusión Financiera de Citibanamex afirmó que “hay una alta relación entre el crecimiento económico y la inclusión financiera a lo que se suma el desarrollo de la infraestructura física y de telecomunicaciones”.
Junto con Oaxaca, el indicador precisa que es en Guerrero, Chiapas, Tlaxcala y Zacatecas en donde se ubican los mil 637 municipios con menos acceso a la banca digital.
Para el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval) son cuatro las causas inmediatas de la exclusión financiera: bajo nivel de acceso por falta de infraestructura financiera; insuficiente protección al consumidor; reducido uso del sistema a causa de barreras requisitorias y la escasa educación financiera.
Mientras que en Nuevo León hay 91 sucursales bancarias por cada 100 mil personas adultas, Oaxaca cuenta únicamente con 28 por cada 100 mil. La cifra además de abismal, también coloca a la entidad en el fondo de la inclusión financiera en el país.
En el estudio ¿Qué funciona y qué no en la inclusión financiera?, el Coneval afirma que la inclusión incide en los niveles de pobreza de una población.
Por un lado -explica- tener un buen nivel de inclusión financiera mejora la administración de sus recursos a través del acceso y uso de productos y servicios financieros como el ahorro, crédito, seguros y ahorro para el retiro. “La inclusión financiera puede ser clave para reducir los niveles de pobreza de la población”, señala.
El informe indica que, si bien el problema de la escasez de infraestructura física para un número considerable de sucursales bancarias puede atenuarse por medio de las tecnologías de la información, las comunidades con ausencia de sucursales o corresponsales bancarios suelen ser también las más rezagadas en términos de conectividad.
Respecto a lo anterior -agrega- Oaxaca y Chiapas son las dos entidades con mayor proporción de población rural (52.7% y 51.3%, respectivamente) y, a su vez, son los dos estados con los niveles más bajos de penetración de banda ancha fija y móvil.