• Uno de los hijos murió a consecuencia de una infección causada por la sangre de los cochinos que sacrifican en el rastro… La historia del “show televisivo” del Edil de Tuxtepec.
Carlos Abad/El Piñero
Tuxtepec, Oaxaca.- Dar seguimiento a una promesa debería ser un ejercicio cotidiano de la sociedad para con su gobernante, esto permite vigilar que los ofrecimientos de un político para ganar adeptos, ya sea en campaña o en funciones, se cumplan.
Sin embargo, muchas promesas quedan en “palabras vacías”. Y es aquí donde el pueblo, a través del poder del voto, tiene la oportunidad para demostrar su aprobación o rechazo para quienes los utilizaron para lucrar con sus necesidades.
“De manera personal voy a buscar la forma de construirle una vivienda para que ella tenga un lugar digno para vivir, voy a construirle una vivienda”.
El 3 de diciembre del 2017 en el marco del “Primer informe ciudadano” del Gobierno Municipal de Tuxtepec y en sesión solemne de cabildo, el Presidente Municipal Fernando Bautista Dávila prometió construir una vivienda a una familia considerada “en pobreza extrema”, cuyos integrantes vivieron prácticamente toda su vida y hasta hace unos días, en un “CHIQUERO”, un lugar inhóspito al lado del rastro de la colonia Santa Fé, en la calle Aldama; pero esa promesa montada como si fuera una novela y a través de un show televisivo “se la llevó el viento”, ya que dos años después, los supuestos beneficiarios aún respiran y huelen la sangre que es producto de la matanza de sesenta cerdos diarios y hasta 250 cochinos al día en fin de año; un trato inhumano que la misma sociedad le da a uno de sus miembros en pleno 2019, cuando nadie se imagina que alguien pueda vivir en esas condiciones.
“Cuando llegué a la colonia Santa Fe, una de las colonias cercanas al centro de la ciudad, se acercó una niña con llanto en los ojos y me decía Presidente ¡Quiero que me ayudes! .
Lucrar con la pobreza, eso fue precisamente lo que ocurrió en el caso de Doña Paulina Bravo Zárate, quien dice ser originaria de Jalapa de Díaz y cree tener 57 años, a su lado la nieta Rosario Alfaro Bravo de 12 y la pequeña Ariana de 6 años; lo decimos así porque ninguna de ellas cuenta con acta de nacimiento, Clave única de Registro de Población (CURP), ni Credencial para votar con fotografía, es decir que legalmente no existen ante la sociedad; y para colmo de males, esos documentos también fueron prometidos por el Edil de Tuxtepec Fernando Bautista Dávila “Se acercó su abuelita y me dice: una niña y un niño, no tienen ni su acta de nacimiento”.
Doña Paulina junto a su esposo que perdió la vista y sus nietas, aún esperan que el Edil cumpla su palabra, y es que ellas creyeron en la historia del “Chinanteco” humilde que nació en un barrio pobre, que cantó en los urbanos y que vendía gelatinas para ayudar a su familia a salir adelante; es decir “se vieron reflejados” en Dávila, quien los fue a visitar para que permitieran ser grabados y que su historia fuera conocida en el primer informe de Gobierno, donde el Edil se lució con el anuncio de una vivienda digna para ellos; aunque dos años después su situación es denigrante.
“Pues me va a levantar mi casita para mis hijitos, porque él habló con la niña y ya arreglaron todo, pero no ha salido… Lo que yo puedo salir adelante porque también tengo que buscar de comer para mi nieta y para mi señor porque él está ciego desde hace 7 años, ahora más sufre ahorita porque mi muchachito ya falleció, ya no tengo quien me va a apoyar”.
-¿USTED ME DICE QUE EL PRESIDENTE MUNICIPAL FERNANDO BAUTISTA DÁVILA LA CASTIGÓ, POR QUÉ?
-“No sé, porque no hubo dinero y todo el tiempo así me dijeron”.
¿USTED TODAVÍA CONFÍA EN LA PALABRA DEL PRESIDENTE DÁVILA, QUE TIENE 2 AÑOS QUE NO LE HA CUMPLIDO CON SU CASA, PORQUE USTED VIVÍA EN UN CHIQUERO AL LADO DEL RASTRO?
-“Yo confió mucho en él, porque él llegó a visitarme, pues me ayudó bastante cuando apenas, como ahorita ya se está retirando un poco, ya no me da nada de mercancía (despensa), ya no tiene mucho tiempo y estoy sufriendo pues”
-¿NO LE DA DESPENSA?
-“Ya no me da”
-¿DESDE HACE CUÁNTO TIEMPO?
-“Tiene mucho tiempo y ya no me acuerdo cuanto tiempo ya tiene”.
-¡Fernando ayúdame, tienes que cumplir con lo que nos arreglamos, de lo que platicaste con mi nietecita, tu sabes pues que las niñas se quedaron huerfanitas cuando falleció su madre, ahora que estoy sufriendo, yo no sé si te dijeron cuando falleció mi muchacho, pues ahora tanto dolor que traigo en mi corazón, sufro mucho yo, a veces tengo y a veces no tengo ni para agarrar para su leche o pan, ahora que está enfermo mi señor, ¡que más hago!, ya no sé qué hacer, con lo poquito que me ayudan pues, pasa derecho lo de la renta y ya no me sobra para comer”.
-¿CÓMO ES VIVIR EN UN CHIQUERO, ENTRE EL OLOR DE LOS COCHINOS AL LADO DEL RASTRO Y ESCUCHAR CUANDO MUEREN LOS ANIMALES?
-“Pues yo vivía ahí y bien que sabe él (Dávila), como viví, fue muy feo, por eso me cambié de ahí porque yo pensé que eso le hizo daño a mi muchachito, se enfermó y ya de ahí, llevé a mi niño al hospital, pero ya no pudo, luché muchísimo, de ahí se me fue mi niño, pues ahora sufro yo como puedo, ya no puedo más, ¿Qué puedo hacer? ¡Tiene que ayudarme!”.
Ella es Rosario, cuando Dávila la visitó tenía sólo diez años, desde entonces y hasta la fecha no ha tenido una niñez “normal”, ella vivía entre los cerdos antes del sacrificio, aún escucha como matan a cientos de cochinos al mes, juega entre la sangre de porcinos muertos y peor aún, entre la carne de animales ya sacrificados ¿Qué hicimos como sociedad para segregar así a nuestros niños?
-¿ROSARIO QUÉ ERA AHÍ?
-Ahí era muy feo porque echaban carne ahí, apestaba mucho.
-¿AHÍ TENÍAN A LOS COCHINOS ANTES DE QUE LOS MATARAN?
-Ajá
-¿Y AHÍ VIVÍAN USTEDES?
– sí
– ¿CÓMO ERA VIVIR EN LOS CHIQUEROS?
-Tengo que aguantarme porque no tenía dinero para pagar la renta… no podía jugar con mi hermana afuera porque olía muy feo el chiquero (…) aquí era mi cuarto cuando yo dormía y no aguantaba el olor que estaba ahí enfrente (el rastro), apestaba mucho, había mucha sangre, no aguantaba el olor, me daba asco y todo eso.
– ¿TENÍAS CAMA?
-No
-¿EN QUÉ DORMÍAS?
-En piso y en cartón.
-¿A DÓNDE TENÍAN A LOS COCHINOS?
-Allá enfrente.
-¿NUNCA TE ACCIDENTASTE?
-Nunca
-¿AQUÍ CRECISTE?
-Aquí crecí.
-¿QUÉ TE DIJO EL PRESIDENTE DÁVILA?
-Me va a ayudar porque está feo aquí, el Presidente dijo que me va a hacer la casa y no cumplió su palabra… Aquí dormía mi hermano que falleció, no aguantaba el olor que estaba en la esquina y por eso mi hermano se enfermó de eso, creo de eso y el olor.
-¿TÚ SOSPECHAS QUE TU HERMANO MURIÓ DE UNA INFECCIÓN POR CONVIVIR CON LA SANGRE DE LOS COCHINOS MUERTOS?
-Sí
“Chayito” dejó de trabajar como “cerillo” y aún no va a la escuela, tal y como también le prometió el Presidente de Tuxtepec que la ayudaría con las becas que presume otorgar a niños de escasos recursos.
A dos años de distancia Doña Paulina comienza a creer que Fernando Bautista Dávila no le construirá su casa. “Como que ya está retirando su palabra, siento en mi corazón que a lo mejor ya no me va a cumplir, pues cómo está mi señor, ¿A dónde agarró más?”
-¿ESCUCHA SEÑORA EL RUIDO DE CÓMO ESTÁN MATANDO COCHINOS DE ESTE LADO?
-Sí,
¿QUÉ SE SIENTE OÍR ESO?
-Pues así
¿SE ACOSTUMBRÓ A OIR MORIR A LOS ANIMALES?
-Sí.
Sin empleo formal que le brinde a Doña Paulina la posibilidad de seguridad y asistencia social, obtener un crédito para una vivienda o simplemente vivir de manera digna, a ella y sus nietas no les quedó de otra, más que salir de madrugada a recoger entre la basura: pet y cartón. “Yo recojo botellitas para que pueda sacar adelante a mi nietecita, y para mi señor mira lo que tengo acá, y recojo botellas, a veces se vende, ahorita está bajo, pero tengo que pasarme adelante con mi botellita, hoy no se vendió nada, y a ver cómo le hago para sacar para comer, vendo cartón, botellas, lo que yo encuentro todo lo vendo… Se va todo en renta y no me sobra ni un poquito, de todos modos yo le pongo 200 y de ahí tengo que buscarme la vuelta”
-¿A CUANTO VENDE EL KILO DE CARTÓN?
-Me dan 1.50
-¿CUANTAS HORAS PASA USTED EN LA CALLE PARA JUNTAR UN KILO?
-A veces en la noche saco medio triciclo, más las botellas y costalitos, porque ahorita hay mucha gente que está recogiendo ya, por eso poquito recojo, lo junto y lo llevo cada 3 días y con eso tengo para sacarme lo de mi tortilla.
-¿CUÁNTO SACA EN 3 DÍAS?
-A veces me dan 150 pesos o 120 pesos y con ese poco me ayuda para pasarla.
Tras la muerte de su hijo Lucas, de 19 años, a consecuencia de desnutrición y una extraña enfermedad respiratoria a causa de comer, respirar y vivir cerca del lugar donde cada año matan a miles de animales; doña Paulina y sus nietas, se pasaron a vivir con su otra hija de nombre Marcela, quien les dio un cuarto frente al rastro, donde hoy en día viven todos hacinados.
Hoy te presentamos el seguimiento a una promesa que se dio en el marco de una reelección de “3 AÑOS MÁS”, aunque lamentablemente para esta familia, la historia ha sido de terror y hasta el momento no hay final feliz para este show montado que desnuda, una vez, el lucro a costa de la pobreza de un pueblo marginado.