Luis Velázquez / Malecón del Paseo
10 de septiembre de 2019
EMBARCADERO: Antes de Benito Juárez y Francisco Ignacio Madero, dos de los 5 héroes patrios de AMLO, hubo presidentes de la república honestos, ellos sí, honestos entre los honestos… Por ejemplo, el historiador Francisco Bulnes en el libro “El verdadero Díaz y la revolución”, lo dice así… “El mejor de los presidentes, el general don Mariano Arista, murió pobre, en el destierro y casi fue enterrado de caridad… Ignacio Comonfort, una figura exquisita por su honradez y sincero patrimonio, terminó asesinado”… Y sin embargo, ningún político hace referencia a ellos…
ROMPEOLAS: En el priismo, por ejemplo, los héroes patrios empezaban a partir de Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón… En el obradorismo, a partir de Miguel Hidalgo (cada noche paseaba en el campamento buscando una indígena o una campesina para dormir con ella) y José María Morelos (tuvo un hijo con su trabadora doméstica, Brígida Almonte, Juan Nepomuceno Almonte)… Pero más atrás, la historia está vedada… Incluso, y hablando de Juárez, solo el indito de Guelalato es reconocido, cuando, y por ejemplo, la honestidad “a prueba de bomba” de Ignacio Ramírez, El nigromante, quien fue su Ministro de Asuntos Religiosos y le tocara consumar la separación de la Iglesia y el Estado, y expropiar los bienes eclesiásticos y con ninguna casita se quedó…
ASTILLEROS: Es más, cuando murió, en las goteras de la Ciudad de México en una casita alquilada, la familia lo veló ahí, sin recursos para una funeraria… Y cuando su discípulo, Ignacio Manuel Altamirano, también político y periodista, falleciera, la familia necesitó vender los muebles de la casa para cubrir los gastos funerales…
ESCOLLERAS: Francisco Bulnes escribe: “Desde la consumación de la Independencia hasta 1882, todos los presidentes de México, con excepción del general Santa Anna, fueron magníficamente probos y magníficamente infelices… Aquellos presidentes, “no podían (entre otras cositas) tocar ligeramente al más virulento agitador sedicioso porque eran acusados ante el Congreso de la Unión de destruir las libertades públicas y violar los cimientos de la nación”… Es decir, la constante en aquellos jefes del Poder Ejecutivo Federal eran honestos cuando la constante a partir de la guerra de Independencia fue la rapiña…
PLAZOLETA: Y aun cuando todos ellos eran “ferozmente honestos”, millón de veces preferible imprimir la Cartilla Moral para que cada ciudadano lleve “una vida virtuosa” que imprimir, por ejemplo, una síntesis biográfica de aquellos políticos para enaltecer sus grandes cualidades y virtudes… Santa Anna, ya se sabe, 3 veces gobernador de Veracruz y once presidente de la república, quedaría fuera… Vendió parte del territorio nacional ubicado en la frontera norte a Estados Unidos… Se reeligió once veces… Utilizaba los fondos públicos para jugar a las cartas y apostar en las peleas de gallo de pueblo en pueblo, siempre acompañado de una muleta sabrosa diferente… Sepultó con honores militares una pierna perdida en una batalla…
PALMERAS: Otro presidente de la república que Francisco Bulnes exalta en su probidad “y escrupulosa honradez administrativa y por su respeto exagerado a la libertad de prensa y por una independencia gloriosa de la Suprema Corte federal” fue Sebastián Lerdo de Tejada, de origen xalapeño, avecindado en la ciudad de Puebla, y desde donde partió para encontrarse muchos años después con Benito Juárez, aun cuando también trabajó con Santa Anna, su paisano… Pero, bueno, si los priistas en su tiempo de gloria y también los panistas en Los Pinos tuvieron sus héroes, AMLO tiene a los suyos, y los suyos solo llegan a la guerra de Independencia… Lo suyo es cacarear la Cuarta Transformación del País… Por decreto, claro…
